La Audiencia de Málaga ha confirmado la condena de dos años de prisión impuesta a un hombre por pegar varios puñetazos a un educador social y gritar a una trabajadora social que acudieron a prestar servicio a la zona donde residía el acusado. Además, se le impone el pago de 800 euros por las lesiones causadas al perjudicado.

Los hechos sucedieron en febrero de 2013 en Málaga capital. Así, el educador social entró en una vivienda distinta a la del acusado, mientras su compañera se quedó en la puerta, momento en el que el procesado se dirigió a ella y le gritó que "no recibía la ayuda suficiente".

Ante esto, según declaró probado el juzgado, la mujer le respondió que se le atendería cuando terminasen en el otro domicilio y entró en él; pero cuando los asistentes sociales del Ayuntamiento salieron a la calle, el acusado se dirigió directamente al trabajador social y le dio varios puñetazos.

Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió varios hematomas y lesiones en la nariz, que tardaron en curar 20 días. El acusado resultó condenado por un delito de atentado a funcionario, por el que se le impuso 15 meses de prisión; y por otro de lesiones, penado en este caso con nueve meses de cárcel.

Contra dicha sentencia, la defensa del acusado presentó un recurso de apelación, alegando error en el juez a la hora de valorar la prueba practicada en el juicio, en concreto la declaración de una testigo; pero también de la prueba documental, fundamentalmente un informe médico forense.

La Audiencia, tras estudiar el recurso, lo desestima, al entender, según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, que no consta que los perjudicados hayan faltado a la verdad en sus declaraciones y que las manifestaciones del acusado son "exculpatorias". Además, no ve error en la valoración de la prueba.