­Sin cerrar definitivamente la brecha política abierta al cuestionar el alcalde, Francisco de la Torre, la desaparición del Instituto Municipal del Libro, prevista en el acuerdo de investidura con Ciudadanos, el PP abrió ayer una nueva herida, que sangra también por la piel del partido naranja, al poner en cuestión la eliminación de los directores de distrito, una medida que también forma parte prioritaria del acuerdo de investidura entre el PP y Ciudadanos.

El primer teniente de alcalde y portavoz municipal del PP, Mario Cortés, adelantó ayer las serias dificultades que supondrá sustituir a los actuales directores de distrito y colocar en su lugar a un funcionario o similar, resaltando especialmente que la colocación en esos puestos de un funcionario «no sólo no supondrá un ahorro económico, que es el objetivo del cambio, sino que devendrá en un mayor gasto», por lo que instó a Ciudadanos a que les informe de su modelo de gestión para los distritos, a partir de enero de 2016.

Cortés explicó que en el caso de que se decida que el puesto sea ocupado por un funcionario, «éste debe ser como mínimo un jefe de sección, que, según la estructura municipal, ya de por sí tiene una retribución más alta que la de un director de distrito actual». A ello habría que añadir que en un puesto como ese «hay que trabajar por las tardes y los fines de semana», lo que supondrá un gasto suplementario en el pago de horas extras al funcionario. «Por tanto nos podemos encontrar con que la medida no sólo no suponga un ahorro, como se pretende, sino un aumento del gasto en retribuciones».

Más allá de que puede no suponer el ahorro pretendido, existe a su vez el problema, según Cortés, de que la desaparición del director de distrito se traduzca en «un servicio deficiente a los vecinos». El concejal explica cómo en este mandato en el que el equipo de gobierno ha pasado de 19 a 13 concejales, la figura del director de distrito es «fundamental», pues lleva el peso de la gestión cotidiana «del día a día» y la firma de decenas de documentos.

«Pensar que un concejal va a poder asumir todas las funciones del director de distrito es absurdo y el tema acabará en la prestación de un servicio deficiente y, por tanto, en las quejas de los ciudadanos», advirtió Cortés.

Por ello, el concejal popular, al igual que el alcalde, defiende el papel de los directores de distrito, «de conexión con las áreas y de atención a las asociaciones», y que este puesto sea ocupado por cargos de confianza por la dedicación que dichas tareas exigen, sobre todo en este mandato en el que el equipo de gobierno ha bajado el número de ediles y estos tienen que ocuparse de varias áreas, además de un distrito, acumulando cada uno de ellos una agenda mucho más intensa. «Por eso la gestión diaria en los distritos no sería posible sin un director, concluye Cortés.