Una de las grandes novedades de la nueva ordenanza de Vía Pública es que asegura un paso mínimo de dos metros para los peatones entre las terrazas de los bares y restaurantes, garantizando así un paso de seguridad mínimo, independientemente del ancho de la calle.

La concejala de Promoción Empresarial, María del Mar Martín Rojo, explicó que la reforma de la normativa se lleva elaborando desde hace dos años y medio y está a punto de ver la luz, después de haber sido consensuada con vecinos y hosteleros. La idea del nuevo texto es que simplifique los trámites y la redacción de los artículos «para que cualquier ciudadano pueda entenderla sin tener un abogado al lado».

Entre las novedades que se encuentran en el texto, cuya tramitación se quiere iniciar en octubre, es asegurar un paso mínimo de dos metros entre terrazas de los establecimientos de hostelería. Esto obligaría a replantear la actual organización de muchas calles del Centro Histórico, donde hay algunas muy estrechas y es además la zona más afectada por la ocupación de sillas y mesas.

Martín Rojo señala que el objetivo es asegurar un ancho suficiente para el paso de personas, cambiando el concepto de la ordenanza actual, que establece el espacio autorizado en función del ancho de la calle. Ahora el concepto se invierte y primero se asegura que haya un pasillo de dos metros de ancho y, a partir de ahí, se calcula la posibilidad de autorizar la instalación de terrazas. Además, advierte de que esta medida no sólo afectará a las terrazas de hostelería, sino también a expositores de comercios y cualquier ocupación de la vía pública.

Martín Rojo reconoce que esta medida supondrá una profunda reordenación de determinadas calles, pero insiste en que los propios hosteleros están de acuerdo en una mejor ordenación de las calles «porque eso les beneficia».

La concejala de Promoción Empresarial aseguró que la situación del Centro ha tenido mucho peso a la hora de definir la nueva ordenanza, con idea de que el ciudadano «no tenga la percepción de que peatonalizar una calle signifique que habrá más terrazas».

Información

Otro de los aspectos de la ordenanza es la mejora de la información a los clientes de la zona autorizada para instalar una terrazas. Cada establecimiento deberá tener expuesto un croquis con la zona autorizada para instalar sus mesas y sillas, además de seguir avanzando en la delimitación visual de esos espacios mediante la instalación de placas en el suelo.

La edil subraya que esto facilitará la labor de control de la Policía Local, ya que la normativa insistirá mucho en que no se sobrepasen los límites autorizados. A cambio, apuntó María del Mar Martín Rojo, será más flexible en el uso que el hostelero le dé.

Las atribuciones de la Policía Local se verán reforzadas en el texto en elaboración, ya que permitirá que ordenen la retirada de las terrazas en caso de reincidencias o infracciones graves, simplificando los trámites. Además, se regulará la instalación de toldos y se tendrá la posibilidad de decretar, de forma puntual y como medida excepcional, la limitación del horario de apertura. «No es algo que vayamos a utilizar habitualmente, pero es bueno que esté esa posibilidad», afirmó Martín Rojo.

La nueva ordenanza se quiere llevar para su aprobación en la junta de gobierno local a lo largo del mes de octubre, para que se apruebe provisionalmente en el pleno de noviembre y de pueda abrir un proceso de alegaciones. Esto permitirá que en la primera mitad del año próximo pueda entrar en vigor.

La edil aseguró que el nuevo texto busca «que nos adaptemos a la situación actual y que abordemos los problemas específicos de Málaga».