Los rostros de los 240 guardias civiles asesinados por la banda terrorista ETA construyen el mejor ejemplo de cada agente vivo. Sus crímenes escriben las páginas más duras de un cuerpo que lo ha dado todo por la democracia, pero más han pagado las familias de los muertos, héroes en vida de la barbarie. A todas ellas está dedicada la exposición La Guardia Civil frente al terrorismo, por la libertad, por las víctimas, inaugurada ayer en la plaza de la Constitución por el director general del instituto armado y abierta al público hasta el próximo 8 de octubre. «No es para regodearse, es para no olvidar y recordar cómo vivimos, de dónde partíamos y de que la concordia de la Constitución no merece la pena violentarla en lo más mínimo», aseguró Arsenio Fernández de Mesa antes de recordar a los 53 andaluces fallecidos por toda España, a los 18 en la comunidad autónoma, a los siete malagueños y a los cinco vinculados con la provincia que «murieron por España, defendiendo la paz y la libertad».

Fernández de Mesa, que también mencionó a los casi 200 policías nacionales, militares de los tres ejércitos, jueces, políticos, civiles, niños y mujeres, víctimas de ETA, insistió en que los primeros responsables de que el pueblo español haya aguantado han sido las víctimas del terrorismo: «Jamás han pedido venganza y que han llevado su dolor en silencio, en muchas ocasiones sin el apoyo necesario de las instituciones». «Por ellos nos hemos visto obligados a seguir luchando por hacer justicia con quienes supieron llorar y callar lo que unos terroristas les habían robado», abundó para justificar toda «la gratitud, solidaridad y recuerdo permanente de los que hoy disfrutamos la democracia».

La llegada de esta exposición a Málaga no es casual, ya que la Guardia Civil se decantó en verano por la capital como el escenario ideal para celebrar los actos nacionales que cada año celebran en una ciudad española con motivo de su patrona, la Virgen del Pilar. Pese a que la agenda comenzó el miércoles con el inicio de las jornadas organizadas junto a la Federación Española de Municipios y Provincias sobre colaboración de las Policías Locales y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el grueso de las actividades se produjeron ayer con un izado de la bandera española en la plaza de la Constitución y un pequeño desfile que nada tiene que ver con el que vivirá la ciudad el domingo a partir de las 12.00 en el Paseo del Parque, donde participarán más de 600 efectivos, 120 vehículos y el Escuadrón de Caballería.

Previamente, el director general de la benemérita presidió en el puerto la presentación de las nuevas aplicaciones del Sistema de Identificación Automático de Matrículas (SIAM), un dispositivo que permite capturar las placas de los vehículos que embarcan y desembarcan en la capital y comprobar en tiempo real si tienen algún tipo de requerimiento policial o judicial vigente. Según explicó el teniente coronel del Servicio de Telecomunicaciones de la Guardia Civil, Juan Manuel Molina, cámaras dotadas con un gran zoom y sistema de infrarrojos permiten a los servicios centrales comprobar si el vehículo «está señalado o no». Si está limpio la barrera se levanta automáticamente, pero si no es así el obstáculo se quedará fijo y los agentes que trabajan en los tres viales existentes intervendrán tras recibir un mensaje a través de un móvil. Fernández de Mesa destacó la importancia del SIAM para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos que circulan libremente por todo en el espacio Schengen y en los puertos del sur de España, donde la operación Paso del Estrecho ha aumentado este año un 10% en pasajeros y un 6% en vehículos.