­El parque de Arraijanal empieza a dar sus primeros pasos para dejar de ser una promesa y convertirse en una realidad. La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha contratado a la arquitecta María López de Asiain para elaborar el anteproyecto del parque y que se nutrirá también de las aportaciones ciudadanas.

El delegado de Medio Ambiente de Málaga, Adolfo Moreno, explicó que los trabajos para diseñar el parque comenzarán en breve y para ello se celebrará, a mediados de octubre, una jornada de trabajo que dé audiencia a colectivos ciudadanos para que hagan propuestas. Asociaciones de vecinos, colegios, ecologistas, la Sociedad Ornitológica y la Universidad de Málaga han sido invitados a esta jornada, que permitirá abrir el diseño del parque a la sociedad civil.

El trabajo de recopilar estas ideas y dar forma al diseño final corresponde a la arquitecta María López de Asiain, que tiene un amplio currículum sobre urbanismo sostenible, sobre la que es especialista, además de investigadora principal en la Fundación y Centro Tecnológico Habitec y está integrada en un grupo de investigación del departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónicas de la Universidad de Sevilla.

La redacción de este anteproyecto se ha contratado después de que el Ayuntamiento cerrase en 2014 la adquisición de las 52 hectáreas de terreno que ocupa Arraijanal y la Junta aprobase en mayo el Plan Especial que ordena el uso de estos terrenos. El anteproyecto tendrá que definir el futuro parque, que tendrá 41,2 hectáreas, aunque la idea es apostar por un parque de estilo más natural, respetando el terreno actual por ser de los pocos que se conservan sin alterar en el litoral de la provincia.

De hecho, la propuesta sobre la que se trabaja es más una mejora paisajística, con la recuperación de la duna que separa la playa del resto del terreno. Las construcciones de caminos se harían con madera, para reducir en lo posible el impacto en la parcela y se podrían disponer miradores aprovechando las diferentes alturas existentes en su orografía. Los árboles autóctonos como el algarrobo y el alcornoque, y la flora habitual de la zona litoral tendrían un gran protagonismo, para ofrecer un aspecto lo más natural posible y alejado del diseño habitual de un parque urbano. De hecho, la falta de este tipo de parques es uno de los grandes déficit de la ciudad y su construcción aliviaría esta carencia.

El parque, que sería gestionado por la Junta de Andalucía, se complementaría con la cercana Academia de Fútbol del Málaga CF, que se construiría en la zona norte y ocuparía una diez hectáreas.