La VIII edición de los Premios de Investigación de la Universidad de Málaga, que tienen como objetivo incentivar e impulsar el comienzo de una carrera investigadora de calidad, ha distinguido esta mañana a los mejores trabajos publicados en cada una de las cinco principales áreas de conocimiento.

Como era de esperar, y ante la ausencia del rector en funciones, la Vicerrectora de Investigación y Transferencia, María Valpuesta Fernández, ha reivindicado la importancia de estos premios que valoran "el trabajo que estos jóvenes realizan por todos" y "reconocen el esfuerzo y dedicación, premiando una vocación que muchas veces conlleva grandes renuncias". Así, el lado humano, junto al sacrificio que esta labor implica, han sido los protagonistas de esta nueva entrega.

Dirigidos al Personal Docente Investigador o laboral de la UMA, estos galardones se dividen en cinco categorías, entre las que se encuentran las áreas de Ingeniería y Arquitectura; de Ciencias Jurídicas y Sociales; de Arte y Humanidades; de Ciencias; y de Ciencias de la Salud.

Los galardonados, por obtener el primer puesto en el concurso, son Mario Javier Durán Martínez, Lorea Arenas García, Sonia Osorio Algar, Rafael Malpartida Tirado y Armando Reyes Palomares. Además, se ha reconocido también la labor de otros cinco científicos por lograr el accésit.

Y los temas premiados son variados y recogen, entre otros, las ventajas de una maquinaria concreta en energía renovable, los fenotipos que componen algunas enfermedades raras o los agentes sociales que influyen en la violencia de género.

Se trata de investigaciones con aplicaciones futuras reales, y que como ha señalado la vicerrectora, tienen como fin mejorar el entorno y la calidad de vida de la sociedad. Del mismo modo, ha destacado el mayor mérito que tienen estos profesores, puesto que a pesar de los recortes y la escasa inversión, suplen las carencias con más horas de trabajo.