La iniciativa del Ayuntamiento de Málaga de poner en marcha un bono de comida para familias con problemas para llegar a final de mes ha tenido un éxito abrumador. Al menos en cuanto al interés despertado, con 27.000 consultas recibidas sobre las condiciones para acceder a esta ayuda. De éstas se han concretado algo más de 5.000 peticiones, presentadas entre el 16 de septiembre y ayer, cuando se cerró el plazo.

La directora general de Derechos Sociales, Ruth Sarabia, explicó que a lo largo de octubre se estudiarán los expedientes presentados, con idea de que a finales de mes se saque la lista de beneficiarios de estos bonos para los meses de noviembre y diciembre.

Esta primera convocatoria se ha planteado como una experiencia piloto, para calibrar la posible demanda de estos bonos y las condiciones que deben regir en la convocatoria para la concesión de las ayudas. «Es algo totalmente nuevo y no sabíamos qué respuestas podíamos tener ni cuántos de los solicitantes cumplirán finalmente las condiciones», explicó Ruth Sarabia. La directora general de Derechos Sociales destacó además que para el año próximo se hará una nueva convocatoria, esta vez para todo el año, en la que se incorporarán los aspectos que haya que corregir.

Esta primera convocatoria de los bonos de comida cuenta con un presupuesto de 100.000 euros, lo que podría cubrir unas 500 solicitudes de las 5.000 presentadas. No obstante, Sarabia reiteró que primero hay que analizar cuántos de esos 5.000 cumplen con los criterios para acceder a la ayuda.

La convocatoria cuenta con una doble vertiente y es la que buscaba ofertas de entidades financieras para suministrar las tarjetas monedero a los beneficiarios de las ayudas. Finalmente sólo hay una oferta, que es la presentada por La Caixa. Ahora queda analizar si su propuesta se ajusta a los criterios estipulados por el Ayuntamiento de Málaga.

La idea de estos bonos de comida es ofrecer una ayuda a aquellas familias con unos ingresos muy limitados y que apenas llegan a cubrir las necesidades alimentarias de sus integrantes. El objetivo es ofrecer una ayuda a familias de clase media con escasos recursos y que no están insertados en los planes de ayuda de los Servicios Sociales.

Para poner en marcha el bono de comida, el Ayuntamiento de Málaga plantea el reparto de una tarjeta monedero a las familias seleccionadas en la convocatoria, que les permitiría comer en establecimientos de restauración de la ciudad, mediante un procedimiento ágil y sencillo, que salvaguarda tanto su intimidad como su salud alimenticia.

Las ayudas que se entreguen serán de 180 euros por cada miembro de la familia beneficiaria, el equivalente a 30 menús de seis euros. Estos menús se servirán en restaurantes de la ciudad, beneficiando también a este sector.

Esta propuesta surge del acuerdo de investidura de Francisco de la Torre como alcalde, firmado por el PP y Ciudadanos, como una idea planteado por este último grupo municipal para apoyar a las familias sin recursos y mover la actividad económica, al apoyarse en restaurantes de la ciudad.