Un juzgado de lo Penal de la capital ha condenado a tres años de prisión y a sendas multas de 180.000 euros a dos acusados de un delito contra la salud pública al hallarse en el coche conducido por uno de ellos 54 kilos de marihuana. Según consta en el apartado de hechos probados de la sentencia, el 23 de septiembre de 2014, a las 13.15 horas, el principal encausado conducía un coche por la A-7, pero lo hacía de manera anómala, lo que motivó que la Policía Nacional lo parase. En su interior, había varias bolsas de plástico negro que, a su vez, contenían otras bolsas de plástico de las que se desprendía un fuerte olor a marihuana. En concreto, la sustancia pesaba 54,7 kilos.

En relación al conductor, se hallaron en las bolsas 19 huellas, mientras que se localizaron cinco del otro condenado, que no se hallaba presente cuando los agentes interceptaron a su compañero, según el apartado de hechos probados. Éste fue detenido en el acto, pero la defensa del otro encausado, ejercida por Aránguez Abogados, explica que la policía realizó estudios sobre las 52 huellas encontradas y, por tanto, se pusieron en contacto con su cliente «al hallar una única en la parte exterior de la bolsa de basura, no en las pequeñas que contenían la marihuana».

Éste se presentó voluntariamente, dice la defensa, en dependencias policiales, «y sorprendentemente, quedó detenido por un delito de tráfico de drogas, aunque no tenía ninguna relación con el conductor ni con el vehículo objeto del caso». El conductor ha reconocido los hechos y exculpa a su compañero de banquillo, y llegó a asegurar que no lo conocía.

Por otro lado, dice la defensa, su cliente ha intentado explicar «que ha trabajado como camarero, albañil y repartidor, de modo que ha tocado múltiples bolsas de basura, que cualquier persona ha podido reutilizar. Así, la única prueba de cargo es una huella dactilar en un bolsa de basura en cuyo interior había otras bolsas envasadas al vacío», que contenían la droga.

«Lo más grave del asunto es que, desde 2006, sufre una fuerte pancreatitis ocasionada por una herida abdominal que requiere de curas diarias. En los meses de cautiverio, ha perdido más de 12 kilos y ha contraído hepatitis», aclara el despacho Aránguez Abogados, que, asimismo, manifiesta «su disconformidad ante tal resolución por lo que interpondrá el recurso de apelación pertinente». La firma se queja de que su representado haya sido condenado a lo mismo que el principal acusado.