La Dirección General de Tráfico (DGT) estudia la posibilidad de instalar en la provincia de Málaga dos nuevos radares de tramo, un tipo de medidor que ya existe en tres puntos de la A-7 y dos de la A-45 aunque los nuevos aportarían dos novedades. Así lo ha confirmado a La Opinión de Málaga la jefa de Tráfico de Málaga, Trinidad Hernández, que es quien ha trasladado la propuesta a la DGT sostenida en un repunte de la accidentalidad en dos carreteras.

La primera de las novedades es que se ubicaría en carreteras secundarias, ya que hasta ahora los radares de tramo se han instalado en autovías. La propuesta señala a la A-357 (Málaga-Campillos) y a la A-397 (San Pedro Alcántara-Ronda), dos viejas conocidas del Centro de Gestión que actualmente forman parte de la lista de treinta vías convencionales de la provincia que actualmente forman parte del Plan Invive con el que se intensifica la vigilancia con radares móviles por ser las que más siniestralidad arrojan.

Estos radares son más desconocidos para los ciudadanos que para la propia DGT, puesto que Sevilla podrían usarlo en breve en la N-IV y en Cádiz, en las N-340 y N351.

Vía telefónica

Se trata, dice Trinidad Hernández, de un nuevo modelo de radar en tanto en cuanto no necesita una obra de instalación como los actuales, que requieren de fibra óptica para enviar la información de los vehículos que exceden la velocidad en los tramos controlados.

El sistema de medición también consiste en calcular la velocidad media entre los dos puntos que abren y cierran el tramo. «Funciona exactamente igual, pero en este caso la transmisión de datos se realiza a través de la telefonía móvil», apunta la responsable provincial de Tráfico antes de añadir la ventaja operativa que eso supone, ya que esto permite cambiarlo de ubicación con más facilidad una vez que el radar ha cumplido su objetivo.

Esto es lo que pasó precisamente con el radar fijo que había en Las Pedrizas que el pasado mes de junio comenzó a funcionar a la altura del falso túnel de Carlos Haya. Tal y como adelantó este periódico en diciembre del año pasado, la Jefatura de Málaga propuso reubicar uno de los aparatos de la A-45 una vez que las incidencias y el número de multas se habían reducido en la zona de Las Pedrizas.

Finalmente se eligió la zona previa al falso túnel, en la capital, punto en el que, según Hernández, ya se notan los resultados desde que se activara hace cuatro meses. «Todavía no contamos con datos sobre el número de denuncias que ha sumado ese radar desde que se activó, pero la realidad es que desde que los conductores saben que está ahí las incidencias han descendido considerablemente», explica.

Retenciones

Hernández reconoce que sí se producen retenciones y que la circulación es lenta a la hora de acceso a la universidad, pero también destaca el hecho de que desde entonces apenas se ha alcanzado el «nivel negro» que antes se daba con más facilidad.