La provincia no solo ha perdido músculo funcionarial desde que comenzó la crisis y comenzaron a aplicarse las reformas. Los recortes también han provocado que los trabajadores que continúan en sus puestos de trabajo hayan sufrido la pérdida reiterada de sus derechos laborales. Los de la Administración General del Estado han sufrido un 5% de reducción salarial en 2010, la reducción de pagas extraordinarias, el pago completo del salario durante la incapacidad temporal, los fondos de acción social, jornada y horarios...

Por su parte, los trabajadores de la Junta de Andalucía aún tendrán que esperar hasta el próximo año para cobrar el 25% de la paga extra que no percibieron en 2012. El presupuesto del Gobierno andaluz para el próximo ejercicio incluye un partida de alrededor de 200 millones de euros para pagar a los 270.000 empleados públicos autonómicos este porcentaje de la paga que perdieron por el pacto de estabilidad. La Junta también restituirá el 100% de la jornada laboral y salario de unos 44.000 funcionarios temporales e interinos.

Los empleados públicos de Justicia tienen la problemática añadida de que la Administración tarda tres meses en cubrir cada baja que se produce entre las plantillas de funcionarios judiciales, provocando que se ralenticen aún más los procedimientos por las plazas descubiertas. Esta situación, unida al cambio en la realidad social, hacen que sea necesario actualmente un refuerzo de las plantillas de los juzgados de la provincia.

La creciente precariedad a la que se enfrentan las plantillas está ampliamente reflejada en el sector sanitario, donde los contratos eventuales se han venido produciendo al 33%, 50% o 75% de la jornada. Estas incorporaciones parciales no pueden tenerse en cuenta como nuevos efectivos al servicio de la administración sanitaria en Andalucía, según CSIF.

Este sindicato estima que son necesarios más de mil docentes sólo en Secundaria para atender con garantías al alumnado en la provincia. «Aunque los números parecen indicar que las plantillas se están estabilizando, hay que tener en cuenta la evolución del alumnado, que no ha dejado de incrementarse mientras el número de docentes ha ido decreciendo». Además, el total de plazas cubiertas por oposición en estos años ha sido muy reducido, aumentando el número interinidades.