­La construcción se ha puesto a la vanguardia de la tecnología y se prepara para vivir lo que muchos arquitectos definen como «la tercera revolución industrial», una nueva era para las infraestructuras y cuyo mayor exponente son los conocidos como edificios inteligentes. Estas nuevas construcciones del siglo XXI inciden en la idea de la sostenibilidad, en crear edificios cuyas prestaciones estén integradas y automatizadas con el objetivo de contribuir al ahorro energético.

En esta línea de trabajo está el proyecto IESEI, cuyas siglas dan lugar al nombre «Investigación sobre Edificación Sismorresistente, Energéticamente Eficiente e Inteligente en su Ciclo de Vida» y que ha creado un sistema constructivo de edificios resistentes a los terremotos y dotados de eficiencia energética.

Este proyecto de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i)) llevado a cabo por un consorcio de empresas malagueñas -Construcciones Vera, IELCO y Mesurex Aeronautics y liderado por la constructora Sando- tiene como objetivo acercar la construcción a las tecnologías de innovación y comunicación (TIC). Antonio Brenes, coordinador técnico del proyecto por parte de Sando, explica que nace gracias a «unos paneles de hormigón prefabricados que van a tener consumo energético cero» y resistentes a terremotos de 6,5 en la escala de Richter, «lo máximo que se ha registrado» en este país.

«España es una zona sísmica desde siempre, si bien el área más intensa es la de Granada y Lorca (Murcia); cualquier proyecto de edificación debe llevar unos cálculos sismorresistentes y este proyecto ayuda a la normativa», justifica Brenes.

Tres programas informáticos

Junto a los bloques de hormigón, otra vertiente del proyecto, la más innovadora y que tiene relación con las TIC, es la creación de tres programas informáticos. Uno de ellos es la novedosa aplicación «Calensis» que, en palabras de Brenes, está «dedicada a la calificación sismorresistente y sostenible» de un edificio.

La gran ventaja que presenta, además de realizar ambas calificaciones de forma simultánea, es que permite adoptar «medidas de seguridad estructural», lo que se traduce en saber si el terreno sobre el cual se va a edificar y el edificio en sí son seguros frente a un seísmo, así como si son o no sostenibles. La segunda aplicación desarrollada recibe el nombre de «Libro Digital del Edificio» y tiene como función principal «gestionar y controlar toda la documentación de las obras de forma más accesible y segura». Dentro de esa documentación de obras se incluyen archivos como el proyecto, el acta de recepción, una relación de los agentes que intervienen en la construcción, información referida a los seguros, reparaciones e inspecciones, entre otros.

El último de los tres software creados dentro del proyecto está orientado a «optimizar el proceso constructivo» y su función se centra en aglutinar toda la documentación generada durante el transcurso de la obra.

La característica principal y más innovadora de esta aplicación es que se puede acceder a la información archivada a través de dispositivos móviles o tabletas.

De este modo, sirve como una red global para los diferentes cargos en el proceso de construcción y permite modificar planos y mandar mensajes entre las partes, acciones que son siempre comunicadas de forma directa al correo electrónico. De esta forma llegan a España los primeros edificios inteligentes capaces de resistir terremotos y monitorizar la reacción sísmica de los mismos.