­El Ayuntamiento de Málaga estudia levantar la sanción a la anciana a la que embargó la cuenta bancaria por una multa de 2014 que le fue impuesta por dar de comer a las palomas. Así se lo confirmó ayer a La Opinión un funcionario de Gestión Tributaria del Consistorio, que reconoció que hoy mismo se reunirán con la familia de la mujer, Pepa Cerdán, para estudiar si es insolvente. De ser así, el Ayuntamiento dará de baja la retención, aún no efectiva. Y es que según explicó el trabajador, la sanción no se hace efectiva en la cuenta corriente hasta 20 días después de la notificación, es decir, el dinero queda retenido pero no se retira de la cuenta. En estos 20 días los afectados pueden dirigirse al área tributaria del Ayuntamiento de Málaga para que los técnicos retiren la sanción en caso de que la persona en cuestión no pueda hacer frente a la misma.

«Si se ve que es insolvente, se da por fallido el pleito y automáticamente de baja», explicaban las fuentes, que reconocían que, de ser declarada así, no le llegarán más notificaciones al entender que no puede hacer frente a sus costas. No obstante, los trabajadores de Recaudación deberán estudiar la situación particular de Pepa Cerdán, de 81 años, para saber si recibe más ingresos extra aparte de los de su pensión, por debajo, según la familia, del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Desde Gestión Tributaria admitieron que los trabajadores de Recaudación no saben qué ingresos tiene la persona a la que se va a multar ni si tendrá recursos para hacer frente a diferentes sanciones. Por este motivo, este área del Ayuntamiento ha pedido colaboración a diferentes entidades bancarias para que les indiquen en qué casos la persona sancionada puede hacer frente a la multa y que estas personas no tengan que recurrir a los mecanismos de que dispone el Ayuntamiento para decretar la conocida como «insolvencia provisional».

La historia de Pepa Cerdán se remonta a marzo de 2014. Entonces, recibió una multa en casa en la que el Ayuntamiento le instaba a pagar 167 euros por dar de comer a estas aves y por tener cuencos con comida para gatos en las inmediaciones de su casa, en Las Flores. La mujer afirmaba a este periódico que no podía permitirse pagarla porque, aseguraba, eran muchos los gastos a los que tenía que hacer frente con su pensión de apenas 600 euros. El pasado fin de semana, su hija descubrió una notificación bancaria en su pensión en la que le restaban 125, 3 euros por esta multa. Además, este verano recibió una nueva notificación por el mismo motivo y de similar cuantía económica.

Por su parte, el grupo municipal Málaga para la Gente reclamó ayer al Ayuntamiento «una mayor racionalidad y sensibilidad a la hora de decidir sobre embargos». El portavoz, Eduardo Zorrilla, pidió al equipo de gobierno «más proporcionalidad» en este tipo de sanciones.