«La educación es la llave que te abrirá las puertas», cantaba ayer Little Pepe en la calle Alcazabilla. Durante varios años, los agentes educativos de La Palma y La Palmilla sacan las clases fuera de las aulas, conscientes de que no solo tienen que enseñar a sus alumnos y de que es fundamental que los ciudadanos malagueños conozcan una realidad que los prejuicios pueden distorsionar. Las apariencias engañan y aquí no se produce una excepción. 530 escolares de ocho centros educativos de este distrito de la capital tomaron ayer el Centro de Málaga y se pusieron a bailar. Un flashmob que simboliza la firme defensa de la educación, como pieza fundamental, «como llave para acceder a la vida que queremos».

«En la Palmilla hay mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucha participación, y eso hay que ponerlo de relieve», destacaba ayer José López, director del CEIP Doctor Gálvez Moll. «Apóyate siempre en maestros y maestras. Aprende en la escuela todo lo que enseña», seguía la letra de Little Pepe, mientras los alumnos seguían bailando en una iniciativa más de la Mesa por la Educación de Palma-Palmilla. «Es algo fantástico que siempre vamos a apoyar», señalaba ayer Patricia Alba, la delegada de Educación de la Junta en Málaga, quien también quiso «felicitar al profesorado de estos colegios por su implicación, trabajo y esfuerzo» en defender el valor de la equidad.

Desde 2005, el plan comunitario Palma Palmilla Proyecto Hogar ha estado trabajando para la mejora de las condiciones de vida de los vecinos de estas barriadas desde una perspectiva participativa y democrática, buscando la unión de vecinos, asociaciones y administraciones públicas para la toma de decisiones y la transformación del barrio.

De este esfuerzo surge el Plan de Acción Integral, que a través del diálogo y el consenso enmarca las propuestas del plan comunitario en doce áreas de trabajo: vivienda, educación, salud, limpieza, empleo, seguridad, inmigrantes, mujer, accesibilidad, recursos y servicios, comunicación y juventud. Creando sinergias entre dichas áreas que generen una transformación de la zona.

Ayer se celebró a los pies del Teatro Romano una muestra informativa o Mercadillo de Propuestas sobre el desarrollo del plan comunitario y la participación del vecindario en todas las áreas y la forma de trabajar de Proyecto Hogar, con el objetivo de difundir las actividades y propuestas.

Las familias cada vez son más conscientes también de la importancia de la formación de sus hijos y se dejan asesorar por el profesorado. Han cambiado las tornas, según destaca José López. La educación también es cosa de los hogares. Van más a las tutorías. «Muchos son padres muy jóvenes y sin formación ni experiencia. Yo tengo a 70 padres en la cárcel también, y los niños se crían con la familia extensa, haciendo lo que les da la gana». Las complicaciones son muchas, en este sentido.

Eso hace también que muchas familias, buscando lo mejor para sus hijos, les matriculen en centros fuera del barrio. «El 70% de la población escolar de la Palmilla estudia fuera. Los padres creen equivocadamente que es lo mejor, porque los medios los tenemos nosotros. Aunque siempre reclamamos más profesores de apoyo y una bajada de la ratio», aprovecha López.

Juan Fernández Jurado, director del IES Guadalmedina, por su parte, se congratula de que este año haya seis exalumnos que tras su paso por este centro están estudiando Bachillerato. La mayoría se decanta por un ciclo formativo o, sencillamente, dejan las aulas. El Guadalmedina, además, ha visto cómo en los últimos años han aumentado sus unidades, lo que quiere decir que tiene más alumnos.

En este centro de compensatoria y difícil desempeño cada vez son más los escolares que se interesan por su formación. Y es un reto para sus docentes, que la mayoría de las veces ejercen más como educadores, llevando a cabo una labor social, que como meros transmisores de conocimientos. «Y es una realidad que te engancha», admite Fernández Jurado.