El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se sometió ayer a las preguntas de alumnos de quinto y sexto curso de Primaria del CEIP María Zambrano. En total, casi una treintena de cuestiones con las que los niños se interesaron por cómo le surgió la vocación, si cuenta con el respaldo de su familia e, incluso, si le gustaría ser presidente del Gobierno, algo que reconoce no haberse planteado nunca, y a raíz de las cuales puso en valor, además, la labor de los ediles del equipo de gobierno, de los que dijo que «están saturados, trabajan desde la mañana hasta la noche».

En el marco de la Semana Europea de la Democracia Local, De la Torre participó en la actividad El alcalde y los concejales visitan tu colegio, donde primero explicó a los niños el funcionamiento del Ayuntamiento y el nuevo escenario político tras las elecciones municipales del pasado mes de mayo, con dos nuevos grupos y sin mayorías absolutas. Ante esto, resaltó que la búsqueda de apoyos y de consenso se hace más necesaria.

Una situación que se traduce, tal y como subrayó, en un equipo de gobierno formado por 13 ediles, de los que dos no tienen asignadas áreas como tales -el propio alcalde y Elías Bendodo, presidente de la Diputación-, por lo que «los 11 concejales que hay están saturados de trabajo; trabajan desde la mañana hasta la noche».

«Y también este alcalde», dijo de sí mismo De la Torre. En respuesta a los niños, el regidor popular comentó que se lleva «fenomenal» con su grupo, que calificó como «un equipo cohesionado».

También hizo hincapié en la importancia de que existe «buena relación» con el resto de administraciones, en especial referencia a la Junta de Andalucía, para así «ser eficaces». Y ante la pregunta de si le gusta su trabajo, De la Torre aseguró que es «apasionante». «Te exige mucho tiempo, pero es muy bonito trabajar por la ciudad que amas», de la que, además, afirmó que «es la mejor para vivir y para trabajar». En su opinión, en política «el trabajo local es el más bonito, aunque también el más exigente».

Dejó claro, igualmente, ante la pregunta de uno de los niños, que «no interpreto nunca la política como un beneficio personal». «El dinero debe ser lo de menos; lo importante es ayudar a la gente y sobre todo a los que más lo necesitan», tras lo que arrancó el aplauso de los pequeños.

De hecho, en respuesta a la pregunta de si después de 15 años y medio como alcalde y de sus 72 años, no está cansado, De la Torre indicó que «el hecho de que la gente valore lo que haces y te apoye compensa no tener fines de semana y jornadas de trabajo de 10 y 12 horas». Una tarea que se ha visto facilitada gracias al apoyo de su esposa y de sus hijos, que son «muy comprensivos». Por ello, reiteró que su compromiso cuando se presentó como candidato a la reelección en los pasados comicios era permanecer en la corporación durante los cuatro años y así lo mantiene.

Momentos. En cuanto a los mejores recuerdos de su etapa como alcalde, dijo que «son muchos», pero destacó la peatonalización de la céntrica calle Larios, las obras de rehabilitación de García Grana, el Museo Carmen Thyssen, el paseo marítimo de Poniente, la entrega de las 5.000 VPO construidas por el Consistorio o la inauguración del recinto ferial de Cortijo de Torres.

Una ciudad de la que, en suma, se siente «orgulloso» de ser alcalde y en la que, tal y como reconoció, «me gusta caminar». Precisamente, subrayó que lo hace por las mañanas y en muchas ocasiones «voy solo», un ejercicio que recomendó a todos.