­La UMA ha visto cómo este año ha vuelto a descender la cifra de alumnos que han solicitado una beca de estudios a la vez que han presentado su inscripción para estudiar un grado o un máster. Este año han sido 19.625 los universitarios que han realizado la petición, en total, 472 menos que el curso pasado, según las cifras aportadas a este periódico por María Jesús Morales, vicerrectora de Estudiantes de la institución académica malagueña.

El plazo para pedir estas ayudas expiró el pasado jueves. La diferencia es relativa, aunque llama la atención ya que después de varios años de crecimiento continuo, este año la caída de solicitudes alcanza al medio millar (el pasado curso la diferencia solo fue de 23 aspirantes, ya que en el 2013/14 fueron 20.120 solicitantes). La Universidad ya ha comenzado a cruzar la información facilitada por los alumnos con la disponible, tanto los méritos académicos como los requisitos económicos. Para ello, la UMA cuenta con la colaboración de cinco personas enviadas por el Ministerio de Educación, para acelerar al máximo estos trámites y dar una respuesta en el menor plazo posible a quienes esperan una beca del Régimen General.

En todo caso, y aunque se trabaja sin prisa pero sin pausa, la principal novedad de este año, según adelantó la propia vicerrectora en una reciente entrevista publicada por La Opinión de MálagaLa Opinión de Málaga, se encuentra en la convocatoria de ayudas conjunta de la Junta y la UMA, que se va a adelantar.

«El objetivo es que cuando sepamos que un alumno ya no va a cumplir el requisito académico para acceder a una beca de Régimen General, de forma automática le vamos a enviar una solicitud para que se acoja a esta ayudas sin esperar si quiera a recibir la resolución negativa del Ministerio. Desde el punto de vista adminstrativo se va a agiliar todo bastante. Y el alumno va a contar con el pago de su matrícula también antes», señaló Morales.

En estos casos, el alumno no recibe dinero, sino que se les paga la matrícula. En años anteriores llegaban los exámenes de febrero y aún no lo habían pagado porque no se había resuelto la concesión. «Pudimos dejar que se examinaran pero la nota no subía a su expediente hasta no formalizar el pago», recordó la vicerrectora.

El año pasado ya se anticipó la convocatoria de estas ayudas de estudio. Este año se hacen coincidir. También se establecieron unos criterios académicos más flexibles a las que pueden acceder quienes se quedan sin beca del Ministerio.

El aumento de los requisitos académicos para lograr una beca del Ministerio ha podido frenar las aspiraciones de algunos alumnos, que han desistido de solicitar una ayuda que sabían de antemano que no iban a lograr. Pese a todo, el Ministerio da más becas que hace unos años, a pesar de este endurecimiento. Sin embargo, ha reducido alarmantemente la cuantía media de cada una al nivel de hace diez años.

La UMA siempre pide al Ministerio que se rebajen estos requisitos «porque muchas veces, y en determinadas carreras, es complicado llegar a ese nivel exigido», según Morales. También que los umbrales de renta suban, «porque están muy bajos y hay una clase media de familias que no cumplen los requisitos, pero les supone un verdadero esfuerzo pagar una matrícula, máxime cuando los precios de la segundas y terceras son muy elevados».

En la misma entrevista, la vicerrectora insistió que, con el objetivo de que ningún alumno se quede fuera del sistema por motivos económicos porque no pueda pagar, la UMA ha incrementado de forma notable sus becas propias en estos tres últimos años. «De 400.000 euros hemos pasado a un millón de euros. Y estamos hablando de dinero propio de la UMA», dijo.