Comprar por internet ya no esconde misterio alguno. ¿Para qué perder una tarde en un centro comercial pudiendo hacerlo desde la cama con un solo dedo? Eso es lo que deben pensar muchos ya que cada vez son más los que se adentran en la Red para adquirir ropa, música, algún billete de avión e incluso medicamentos.

Internet almacena todas las tiendas virtuales que uno desee. El consumismo siempre goza de buena salud y esta fórmula de engrosar el capitalismo ha venido para quedarse.

Si en 2014 ya se contabilizaba que durante los últimos 12 meses cerca de 13 millones de personas compraron productos con fines privados o para el hogar, en 2015 la cifra ha continuado al alza y se acerca a los 13 millones. A nivel regional, Andalucía se coloca el último año con algo más de 2.100.000 de personas que se hicieron con algún producto a través de la Red, un diez por ciento más que el ejercicio anterior, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero ¿en qué productos se interesan más los cibernautas cuando están de compras? Los alojamientos vacacionales y billetes de transporte copan esta lista con el 45,3 por ciento y 39,4 por ciento, respectivamente, en 2015 y a nivel regional. Un patrón que se repite a nivel nacional y que en ambos casos es desbancado por otros artículos. La adquisición de material deportivo es lo que más se compra a través de internet y crece a pasos agigantados. El 38 por ciento de los andaluces se hizo con algún artículo en 2014 -el 42 por ciento a nivel nacional-. Un porcentaje que ha aumentado en el último año hasta llegar al 50 por ciento en Andalucía y España.

Los libros y la prensa en general, los bienes de hogar y las entradas de espectáculos son el resto de productos más comprados pero el internauta no pone barreras a internet y a través de él se hace con medicamentos, alimentos, películas o música.

El comercio electrónico cada vez gana más adeptos. Si hace un año el 13,9 por ciento de los andaluces se decantó por este medio, en los últimos tres meses se triplicaba el porcentaje hasta alcanzar el 37,3 por ciento. En cuanto al origen de los productos que se adquieren, a pesar de que muchos tienen la percepción de que el extranjero es el núcleo de los vendedores, lo cierto es que el 77 por ciento era nacional -el 82 por ciento en el caso de España-. La Unión Europea es el segundo lugar del que más productos compran los españoles (42 por ciento) y andaluces (39 por ciento).

El resto del mundo, sin especificar más, supone el 24,2 por ciento en Andalucía y el 29,3 por ciento en España. Una cifra que se mantiene similar con respecto al año 2014.

En cuanto a las formas de pago, la tarjeta de crédito o débito es la más común. El 68 por ciento pagó a través de esta opción a la que le sigue muy de lejos la tarjeta prepago -es el caso de PayPal- con el 29,2 por ciento. Las transferencias bancarias u otros medios como el pago en metálico también se utilizan aunque de forma minoritaria. Un orden de preferencias que se repite en la media nacional pero con valores diferentes. La tarjeta de crédito la utilizó el 72,4 de los usuarios y la de prepago el 35,4 por ciento.

Sobre la cuantía que se suele gastar el comprador cuando adquiere algo a través de este medio la cantidad más habitual oscila entre los 100 y 500 euros con el 36,8 por ciento. Le siguen los artículos de entre 50 y 100 euros (30 por ciento). Solo el 5,3 por ciento se gasta mil euros o una cantidad superior. Pero comprar por internet no solo son ventajas: hasta el ocho por ciento ha denunciado en los últimos 12 meses algún problema desde que se hace la operación hasta que llega lo comprado. El problema más habitual es el tiempo y un 2,5 por ciento declara que llega con retraso. El fraude también se cuela en esta lista como la segunda causa, que engloba el mal uso de la tarjeta, los productos mal recibidos o incompletos.