Amnistía Internacional presentó ayer en Málaga su Informe de actividades 2014/15 en el que dan visibilidad a la vulneración de derechos humanos en los conflictos armados de países como Siria, Pakistán o República Centroafricana, o en las ejecuciones llevadas a cabo en Estados Unidos, Egipto o Nigeria. Además, denuncian la crisis de los refugiados, que ya superan los cincuenta millones de personas. «Los dirigentes mundiales deben actuar con urgencia para hacer frente al nuevo rostro de los conflictos y proteger a la población civil de la horrenda violencia de Estados y grupos armados», afirmó María Antonia Alcaide, coordinadora de Amnistía Internacional en Málaga.

Además, señaló que el 82% de los países analizados sometieron a la población civil a torturas, malos tratos o juicios injustos. También indicó que 2.466 personas fueron condenadas a muerte y se llevaron a cabo un mínimo de 607 de ellas. «La respuesta global a los conflictos y a los abusos cometidos por Estados y grupos armados ha sido vergonzosa e ineficaz», criticó Rocío García, responsable del área contra la pena de muerte de AI Málaga, que denunció que más de 4.000 personas perdieron la vida en el conflicto de Ucrania, y que ha aumentado la discriminación de minorías étnicas y la violencia de género.

En cuanto a las personas desplazadas, denuncia que la Unión Europea sellara sus fronteras terrestres, obligando a los refugiados a embarcarse en peligrosas travesías por mar, en las que más de 3.000 personas perdieron la vida.