Su elección de no presentarse de nuevo a candidato al Congreso se produce a las puertas de lo que él mismo considera un periodo político muy complicado. La cabeza le pide batallar desde el PCE: «El comunismo sigue teniendo la misma vigencia que hace 60 años», afirma.

¿Por qué ha decidido no presentarse a las primarias de Ahora en Común?

Entiendo que en estos momentos puedo ser más útil trabajando para el Partido Comunista e Izquierda Unida, antes que repetir de nuevo en el Congreso. Creo que el próximo periodo va a ser un periodo muy complicado y es importante que Izquierda Unida tenga activos, tanto dentro como fuera del Congreso. Que Alberto Garzón esté en el Congreso garantiza claramente la presencia de uno de nuestros activos más importantes.

¿Su trabajo se centrará ahora en la faceta orgánica?

Voy a volver a dedicarme a lo que hacía antes de ser diputado. Me centraré, de nuevo, en la labor política interna como secretario general del PCE y como dirigente de Izquierda Unida. Si anteriormente ejercía esta labor desde Sevilla, ahora trataré de hacerlo más desde Madrid.

¿Cuáles han sido las claves para que no se diera el ensamblaje entre IU y Podemos? ¿La confluencia hubiera sido lo natural?

Podemos ha hecho un análisis y ha entendido que en solitario pueden sacar un resultado más favorable en las elecciones generales, en lugar de ver que la unidad multiplica. Eso es lo que les ha llevado a no aceptar las propuestas de confluencia que les ha hecho Izquierda Unida.

¿Cree que la confluencia hubiera sido lo natural?

Es lo que piensa y demanda mucha gente. Entiendo que la mayoría de población de izquierdas. La misma que quiere un cambio, hubiera apostado por la confluencia.

¿Considera que Podemos ha cometido un error?

Sí, claramente. Podemos no ha estado a la altura de un momento histórico que demandaba unidad y confluencia.

Teme que el voto de la izquierda se disperse en las próximas elecciones generales.

No es que tema. Eso será una realidad. Al haber varias candidaturas que se sitúen a la izquierda del PSOE, el voto se va a dividir. De eso no hay duda. Los beneficiados de esta fragmentación serán, de nuevo, los partidos mayoritarios. Con la ley D'Hont, va a ser muy difícil sacar diputados.

¿Usted se siente como una víctima colateral de la negociación entre Alberto Garzón y Pablo Iglesias? El rechazo de Podemos a relacionarse con todo lo que huela a comunismo no es ningún secreto.

No, en ningún momento. De hecho, no ha habido acuerdo y yo no voy en la candidatura. No cabe pensar que yo he podido estorbar.

¿Hablar de las tesis económicas de IU es hablar del no pago de la deuda, la creación de una banca pública, plan de trabajo garantizado... ¿Cree que estas medidas crean recelo en los mercados?

Creo que son las medidas que nos pueden sacar de la crisis. No creo que debamos depender de los mercados. La economía tiene que ponerse al servicio de las personas. Eso significa quitarnos de encima la losa de la deuda. Mientras que se vayan todos los años 40.000 millones de euros de los presupuestos a la banca, será imposible hablar de una economía al servicio de la gente. Eso significa que hay que ir hacia una banca pública. Al igual, que en el caso de los sectores estratégicos como puede ser la energía.

Volviendo a Podemos, ¿qué opinión le merece Pablo Iglesias?

Lo conozco, evidentemente, pero prefiero reservarme mi opinión.

¿Cree que el PSOE, con Pedro Sánchez al frente, está ante un nuevo giro ideológico para ser un referente de la izquierda?

Pienso que está en la línea del PSOE de siempre. La línea de Felipe González, de Joaquín Almunia... IU tiene ahí claramente un espacio como una fuerza de izquierdas y es lo que vamos a defender. Una fuerza que ha dejado claro que no está de acuerdo ni con la reforma laboral del PP, ni con la del PSOE.

¿Comparte esa tendencia a esconder las siglas del PCE? Primero, tras IU, luego con la nueva fórmula de Ahora en Común.

Nosotros no escondemos ninguna sigla. Simplemente, formamos parte de una alianza. Creemos en la unidad. Primero, con el frente popular, después con IU y, ahora, en el proyecto de Ahora en Común.

Después de la experiencia de cogobierno con el PSOE en la Junta, ¿ve posible futuras alianzas con los socialistas?

Sería imposible ahora mismo con la política actual del PSOE llegar a un acuerdo de gobierno en el Congreso de los Diputados. No es algo que está ahora mismo sobre la mesa. El PSOE, con su programa y su negativa a modificar el artículo 135 referente a la deuda pública, se aleja mucho de lo que es un partido de izquierdas.

¿Qué opinión le merece el papel de Susana Díaz al frente de la Junta de Andalucía?

El PSOE ha optado por un compañero que es Ciudadanos y ha emprendido un viaje hacia el centro que no le interesa a la ciudadanía. El PSOE hace tiempo que dejó atrás la izquierda y ahora lo ha vuelto a confirmar.

¿Ve posible un pacto de gobierno a nivel nacional entre PSOE y Ciudadanos?

Eso lo tendrá que decidir el PSOE. Pienso que todo es posible.