­Debutó de manera fulgurante en su aventura política. Portavoz de Ciudadanos en el Parlamento, sin apenas tiempo de reacción, Irene Rivera ya está mirando a las elecciones generales del 20 de diciembre, cuando le toque liderar la candidatura de la formación naranja por Málaga. A falta de que se presente de manera oficial a finales de mes, ya se conoce al resto de integrantes que acompañarán a Rivera en su nueva aventura política. Un grupo heterogéneo en el que aparece una ristra de nombres provenientes de diversos sectores profesionales.

Como número dos en la lista aparece Pepe Calle. Natural de Vélez Málaga, 47 años, este ingeniero agrícola se dedica en estos momentos a la gestión inmobiliaria. Lleva más de tres años afiliado al partido. El número tres en la lista lo ocupa Gabriel de Pablo. Natural de Madrid, es arquitecto técnico por la Universidad de Sevilla. En la actualidad trabaja como aparejador y perito en una inmobiliaria. Ha trabajado en varios países en proyectos de desarrollo y construcción. A Calle le sigue como cuatro Antonio Molina. Tiene 47 años y nació en Mataró, aunque actualmente reside en Mijas. Ya se afilió a Ciudadanos en Barcelona, antes de que el partido se expandiera al resto de España. La candidatura se completa con Susana Domínguez. La única mujer, además de la propia Rivera. Tiene 43 años y es natural de Málaga. Ha desarrollado su vida profesional en Gran Canaria. Se presenta como alguien formado en comercio interior, gestión comercial y marketing. Actualmente, se dedica a la gestión inmobiliaria.

Instrucción política. Una clara muestra de que en Ciudadanos no se deja lugar a la improvisación, se traduce en que los candidatos al Congreso recibirán este domingo, junto a los nuevos coordinadores, un curso político para asentarse en la materia. Ya, el pasado fin de semana, Albert Rivera compartió una charla con los candidatos del resto de las provincias para que se enfrenten a la inminente campaña electoral.

La propia Rivera formalizó de manera oficial el pasado mes de julio su candidatura a las primarias por Málaga. Una vez pasado el rubicón que supone dejar atrás un cargo por el que fue elegida por la militancia y los votantes malagueños hace unos meses, hay que recordar que todavía no ha dejado su escaño en el Parlamento andaluz, ahora tiene todas consigo para aterrizar en el Congreso. Las expectivas, según afirman fuentes del propio partido, son elevadas. Los cálculos internos apuntan a que se puedan sacar dos diputados por Málaga fácilmente. La decisión de Rivera de abandonar el Parlamento generó división en el seno del partido.