La Asociación de Vecinos de El Palo ha presentando un escrito al Ayuntamiento de Málaga para que no se apruebe de forma definitiva el plan especial para la instalación de una estación de servicio en El Palo; concretamente, en el camino de San Antón. En el escrito, la presidenta de la AAVV El Palo, Mercedes Ruth, considera que la mayoría de los vecinos de la zona están en contra de la instalación de la gasolinera por motivos de seguridad y por la posible afección al tráfico.

En el escrito que han presentado los vecinos de El Palo alegan que la nueva estación de servicio afectará «al tráfico en la zona, accesos y salida de la mayor parte de la población del distrito Este en su conexión con las rondas y vías de alta capacidad de Málaga». Además, la asociación de vecinos cuestiona la seguridad, ya que «estamos preocupados por el desplazamiento de los camiones surtidores de gasolina por el barrio, ya que la distribución actual; la estrechez de las calles hacen imposible el movimiento de los mismos en la zona inmediata a la gasolinera, por lo que deberían desplazarse hasta la rotonda Francisco Aro».

En un tercer punto, la presidenta de la AAVV El Palo, Mercedes Ruth, señala que la ubicación de una nueva gasolinera en la zona debería responder a «una necesidad general» y advierte de que «no es el caso, ya que contamos con estaciones en la zona, muy cerca unas de otras como la de los Baños del Carmen, El Candado o El Limonar».

Izquierda Unida ya anunció la pasada semana que han presentado una moción en la Comisión de Pleno de Accesibilidad, Movilidad, Ordenación del Territorio, Vivienda y Seguridad, en la que recogen las alegaciones presentadas por vecinos y empresarios contra este proyecto, que contempla, en el solar existente junto a la rotonda que hay antes del acceso a la autovía, 414 metros cuadrados de uso comercial y 945 para la estación de servicio.

El portavoz de Málaga Para la Gente, Eduardo Zorrilla, señaló que la junta de gobierno local aprobó inicialmente el 14 de agosto el plan especial que contempla la construcción de un edificio destinado a comercio minorista y con posible servicio de hostelería, con planta baja más una y hasta ocho metros de altura, además de surtidores y un máximo de tres módulos para lavado de coches. «Desde esa fecha se ha producido una alarma y oposición de numerosos vecinos de la zona, que consideran que no se necesita una gasolinera y que puede ser peligrosa por estar al lado de un numeroso vecindario y de una zona arbórea, con gran diversidad de especies vegetales», advirtió el portavoz de IU.