La legislatura toca a su fin y los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año sirven para comenzar a hacer los primeros balances. La provincia de Málaga llegará a las elecciones generales con una cifra vigente de 236.000 parados y una tasa de paro del 28,9%, según los datos del tercer trimestre del año ofrecidos ayer por el INE, lo que supone un descenso de sólo 6.300 desempleados con respecto a finales de 2011, cuando Mariano Rajoy formó su gobierno tras ganar las elecciones en noviembre.

En estos cuatro años, en Málaga también ha subido el número de ocupados (al contrario de lo que reflejan las cifras a nivel nacional), aunque la mayor parte del empleo generado, según denuncian repetidamente los sindicatos, es muy precario. En concreto, los ocupados crecen en 46.700 personas y sitúan el total en 578.600, la cifra más alta de la serie desde finales de 2008. El aumento de Málaga en este tiempo es el segundo mayor de España por provincias tras el de Baleares (117.400), teniendo en cuenta además que en muchas la cifra de ocupados y de activos baja. En Málaga, en cambio, el ritmo de creación de empleo se ha visto empequeñecido precisamente por el aumento de la población activa (había 774.200 activos en el tercer trimestre de 2011 y ahora son 814.600, un 5,2% más). El resultado es que la tasa de paro, que por aquel entonces estaba en el 31,3%, se ha reducido en apenas dos puntos. En cualquier caso, es la más baja desde hace cinco años.

Al margen de este comparación con el arranque la legislatura, los datos de tercer trimestre de 2015 revelan que el paro bajó en Málaga durante el verano (julio-septiembre) en 9.900 desempleados y que la ocupación creció en 3.200 personas, siendo los servicios el sector más beneficiado. En el último año, Málaga ha reducido 8.400 desempleados y ha ganado 20.200 ocupados. De esta forma, Málaga presenta la tasa de desempleo más reducida de entre todas las provincias andaluzas, que encabeza Cádiz con un 37,18%. La media en Andalucía es del 31,73%, diez puntos por encima del 21,18% que se registra a nivel nacional.

Pese a las bajadas, la evolución del mercado de trabajo en Málaga no convence en absoluto a los sindicatos, que creen que la caída del desempleo obedece al empleo estacional precario de verano y también a fenómenos como «el efecto desánimo y la emigración». El secretario general de CCOO, Antonio Herrera, dijo ayer que Málaga «está lejos de la creación de empleo registrada antes de la crisis» y recordó que la cifra de ocupados en 2007 rozaba las 650.000 personas. Su homóloga de UGT, María Auxiliadora Jiménez, consideró «una burla» que el Gobierno hable de recuperación cuando los empleos que se crean «son de semanas o de días», y predominado los contratos a tiempo parcial.

«Entendemos que el Gobierno está en campaña, pero pretender hacer pasar la miseria por riqueza, y el mal empleo por crecimiento es inadmisible. De poco puede presumir Rajoy si al final, después de tanto sufrimiento, apenas estamos como en 2011, habiendo retrocedido en cambio 40 años en calidad del empleo, servicios públicos y derechos», dijo.

Por su parte, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) cree que los datos de la EPA vuelven a apuntar a una «desaceleración del desempleo», aunque reconoció que deben interpretarse teniendo en cuenta su contexto. «El tercer trimestre suele presentar una disminución de la tasa de paro, por la actividad del sector turístico y sus segmentos afines durante la temporada alta», dijeron.

España baja de 5 millones. En España, el número de desempleados disminuyó en 298.200 personas durante el tercer trimestre del año, hasta situar la cifra total de parados en 4.850.800, de forma que baja de los cinco millones por primera vez en cuatro años. Este descenso no se corresponde con el incremento de la ocupación, ya que sólo 182.200 personas comenzaron a trabajar en los meses de julio, agosto y septiembre, hasta alcanzar los 18.048.700 trabajadores, si bien es el mayor registrado en un tercer trimestre desde 2006. Con todo, España tiene ahora 100.000 ocupados menos que a finales de 2011, cuando Mariano Rajoy llegó a La Moncloa.

La causa de este desfase entre salida del desempleo y entrada en la ocupación responde a la pérdida de la población activa, que se redujo en el tercer trimestre en 116.000 personas, hasta dejar el total de aquellos que trabajan o buscan empleo en 22.899.500. El aumento de la ocupación y el descenso de la población activa propiciaron una caída de la tasa de paro de 1,2 puntos hasta el 21,18%. El número de hogares con todos sus miembros activos en paro bajó en el tercer trimestre en 84.600, hasta 1.572.900.

Según la EPA, en los últimos doce meses el empleo aumentó en 544.700 personas, mientras que el paro se redujo en 576.900 personas, el mayor descenso en un año de la serie homogénea que comenzó en 2002. Estos datos fueron valorados por el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien consideró que son «incluso mejores» que los calculados por el Gobierno, que prevé cerrar el año con una caída del desempleo de 650.000 personas, una creación de 600.000 empleos y una de tasa de paro media por debajo de la registrada en 2011 (21,39%). Desde la oposición, la secretaria de Empleo del PSOE, Luz Rodríguez, valoró los datos de ocupación de la EPA, si bien alertó de que una parte importante del descenso del desempleo procede de la bajada de la actividad.

Por regiones, el mayor incremento del paro se registró en Andalucía (21.500 parados más en verano y 50.400 ocupados menos), que con un total de 1,28 millones de desempleados también ostenta la mayor tasa de paro (31,73 %).