­La llegada de la crisis, con la bajada de ventas y precios, unida a las subastas de medicamentos han puesto contra las cuerdas a un sector que ha tenido que tirar de inventiva para sobrevivir a los ajustes y a las medidas, muchas de origen político y sin fundamento sanitario. El presidente de los farmacéuticos malagueños considera que en Andalucía la subasta llegó para complicar la vida del boticario que, pese a ello, no ha perdido credibilidad para el paciente. Confía en que la Administración ponga en su lugar a la figura del farmacéutico, pues, recuerda, se trata de un experto en enfermedades y fármacos que tiene mucho que aportar a la sanidad.

Tras un año y medio al frente del Colegio de Farmacéuticos, ¿qué balance hace?

Cuando entramos en el Colegio nos propusimos que teníamos que mejorar un poco la relación interna, se desprendían a veces enfrentamientos... Creo que ahora estamos escuchando más al farmacéutico, no digo que antes fuera mejor o peor, pero se veía como un problema que se ha resuelto. Forma parte de eso el hecho de que un Colegio como este tiene que tener muy claro cuál es su cometido. Desde un Colegio que además está organizado de forma piramidal, con el consejo andaluz y otro que es el general, nuestras competencias a efectos del día a día se limitan a nuestro entorno provincial. Y la mayor parte de cosas que nos afectan se salen del entorno provincial. Nos movemos en temas del día a día, en relaciones con otros compañeros o intrusismo. Estamos permanentemente en conversaciones con el farmacéutico, tenemos reuniones de zona dos veces al año, organizamos seis cada vez para las seis zonas en que se divide la provincia y allí nos desplazamos, más que para contar, para escuchar al farmacéutico sus quejas y sus problemas.

¿Qué retos quisiera cumplir antes del término de la legislatura?

Me gustaría que la farmacia saliera de esta situación de crisis en la que ahora estamos inmersos y que espero que se vea al farmacéutico como lo que es, un profesional de la salud que gira en torno al medicamento y la salud del enfermo y que se valore el trabajo del farmacéutico en las farmacias. No deja de ser un establecimiento sanitario privado pero con repercusión sanitaria de primer nivel, el farmacéutico debe ser más visible. Respecto a proyectos futuros, se ha creado una comisión para ver si se hace una reforma de esta sede, es un sitio antiguo, no tiene comodidades, está separada en dos, es una complicación y estamos barajando cualquier posibilidad, como buscar un inmueble que ya exista. Es algo que sí nos preocupa, nos hemos encontrado con una sede antigua y con muchas deficiencias.

Los farmacéuticos se posicionan en contra de la subasta. Alertan de que discrimina al paciente respecto a otras comunidades y que no tiene libertad de elección. En diciembre será la próxima, ¿cómo ven la situación?

El día a día en las farmacias se hace complicado porque nosotros tenemos herramientas legales para superar el desabastecimiento porque se puede sustituir por otro, pero el paciente no siempre está dispuesto a eso. El día a día se hace complicado. No creo que esté afectando a la credibilidad del farmacéutico, existe la confianza, pero la subasta no está ayudando. Somos partidarios de mejorar la sostenibilidad del sistema, somos los primeros que hemos contribuido pero hay que encontrar sistemas mejores y más eficientes porque la subasta tampoco está aportando tanto ahorro.

Las subastas ocasionan, además, desabastecimiento. ¿Cómo se trabaja en el día a día con fármacos en falta?

Se sustituye porque la Ley General de Sanidad te dice cuándo por desabastecimiento se puede sustituir aunque hay que demostrarlo, para eso se han arbitrado herramientas en el Colegio dando valor, y desde ese punto de vista se sustituye por otro, intentamos hacerlo de la mejor manera posible, hay también cierta impotencia en las farmacias. Yo intento cumplir lo que la Ley y la subasta dicen, se trata de atender al paciente, por encima de todo debería estar en mente de cualquier dirigente político, que por encima de cualquier profesional sanitario está el paciente. Bajo ese punto de vista yo creo que todos queremos ayudar a esa persona, queremos ayudar con problemas porque no conocen las pastillas, tienen colores diferentes y aspectos y hay que explicarlo.

Bajo su punto de vista. ¿Existen diferencias entre la eficacia de un fármaco genérico y uno de marca?

Debo decir que no. Mi opinión es que ahora hay una legislación que dice que un genérico debe cumplir respecto a la marca unos requisitos de eficacia. La legislación dice que la concentración del medicamento debe estar en más menos un 20% en la relación de la marca o del original. Luego, al probar la eficacia y tienen que ser iguales en el área bajo la curva. Creo que a lo mejor va llegando la hora de que se reduzca ese margen a unos valores más razonables. Nos podemos encontrar con medicamentos con margen terapéutico muy estrecho. Pero no todos los medicamentos tienen un margen terapéutico, es decir, por encima de esa dosis ya no es eficaz, sino que puede ser hasta tóxico, hay que tener cuidado. Pero en principio yo no tengo que dudar y no lo haré publico en ningún sitio porque se trata de medicamentos genéricos autorizados por la Agencia Española del Medicamento. Los medicamentos que tenemos en la farmacia son de calidad. Otra cosa distinta es que son laboratorios extranjeros que no participan en el PIB, pero en temas de salud no tengo nada que objetar.

Hace unos días el Gobierno dijo que pondrá fin a la discriminación positiva del genérico frente a la marca, aunque en Andalucía apenas afectará por la subasta...

Es una proposición. Es positivo porque lo que ocurre es que aquí en Andalucía como la prescripción cuando sea por principio activo hay que dar un determinado medicamento, en este caso de subasta, hay poco margen de gestión con los de subasta, pero en la medida en que se tienen que utilizar de marca o genéricos y puedan ser aceptados puedo sustituir por otra y tener un margen de descuento mayor siempre es mejor.

Otra medida muy criticada ha sido la desfinanciación de medicamentos. ¿En la práctica, hay muchos pacientes que hayan dejado un tratamiento por motivos económicos?

No sabría cuantificar eso, pero a nivel particular sí te lo puedo decir, hay medicamentos que se han utilizado para trastornos venosos desde hemorroides hasta varices que han sido todos eliminados y eso que se utilizaban con frecuencia, eso se ha visto muy reducido, como los antiinflamatorios tópicos o algunos mucolíticos. El copago también ha podido afectar aunque en Andalucía el sistema informático tenía cierto desarrollo, se fijó que se pudiera establecer de antemano y no como en otras comunidades, donde luego se abonaba al paciente.

Han pedido al nuevo consejero que la Ley de Garantías y Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía recoja explícitamente el papel de la farmacia asistencial y su importancia para el Sistema Nacional de Salud.

Los farmacéuticos comunitarios tenemos la conciencia de que la Administración nos ha utilizado. Somos un establecimiento privado cuyo interés público radica en la dispensación de un medicamento a cargo del sistema público de salud, toca de manera transversal la dispensación de medicamentos. Lo pedimos porque creemos que el farmacéutico tiene en muchos casos años de formación universitaria, con conocimientos muy potentes en el mundo del medicamento y del paciente, que podemos poner en valor esas cuestiones. Somos optimistas, tanto el consejero como el viceconsejero abrieron las manos para presentarle proyectos.

¿Qué pueden aportar al sector para aligerar listas de espera o mejorar en prevención?

Desde mi experiencia digo que hay muchas personas que acuden ante problemas de salud de pequeño nivel antes a la farmacia que al médico. Podemos dar desde un consejo dietético hasta varios aspectos muy interesantes. Es como el Sistema Personalizado de Dispensación (SPD), en la que las farmacias, con el consentimiento del paciente, utiliza medicamentos prescritos y se prepara un emblistado para cada día, normalmente se hace para pacientes polimedicados, mayores. Eso ya está implantado, y un sistema que se va a implantar en breve es Mapafarma, que consiste en un sistema de monitorización de la presión arterial para aquellas personas que puedan tener un problema de hipertensión y lo desconozcan. Con este sistema te colocas un pequeño cacharro y durante 24 o 48 horas hace un registro, por eso se está en contacto con sociedades médicas para que se pueda prescribir por parte del médico. Y desde hace años hay un servicio de seguimiento de la medicación que el paciente está tomando, aquellos pacientes que presentan algún problema de salud relacionado con la toma de la medicación. Y de otras CCAA se pueden extrapolar varios ejemplos, como en temas VIH, o la dispensación de metadona. En la farmacias se pueden hacer muchas cosas.

Han sido víctimas de ciertas medidas como la retirada de la venta de la vacuna de la varicela, de nuevo en las farmacias. ¿Qué le parece este tipo de medidas?

No lo entendimos. Lo único que dijeron fue que era por motivos de salud. Dijeron que un paciente que sufre una varicela tenía una inmunidad más duradera que la que proporciona una vacuna, pero bajo mi punto de vista particular se olvidaron de una parte importante, que padecer una varicela genera otros asuntos a largo plazo como herpes... Me alegro que haya vuelto al calendario y en unos meses a la dispensación a las farmacias.

Esto ocasionó turismo farmacéutico, ¿cuánto les afectó?

No lo considero una generalización, no hubo un aluvión de gente que fuera a comprar la vacuna a otro sitio. Lo que en algún momento hicimos fue desaconsejarlo porque no había garantías de que cuando se adquiriera en la farmacia después se iba a mantener la cadena de frío, el riesgo era importante, por eso lo desaconsejamos en la medida que pudimos. La persona esperaba que se lo pusieran cuando le correspondía.

Su colectivo ha denunciado en reiteradas ocasiones la venta online de medicinas. ¿Ya está regulado?

Está absolutamente regulado. La venta de medicamentos online sólo afecta a los que no necesitan prescripción. No puedes comprar online un medicamento que necesite una receta, ya sea pública o privada. A nosotros no nos preocupa porque está regulado, sí estamos pendientes porque creemos que se debe controlar, no puede ser que se regularice la venta de medicamentos online y no haya control al respecto y el paciente vaya buscando en esa venta online productos que no pueden venderse. En total se han registrado de toda España entre 25 y 30 en la Agencia Española del Medicamento y en las comunidades autónomas. La farmacia está organizada y estructurada y dispuesta para que una persona no necesite comprar medicamentos por internet. Eso es más de la UE, la diversidad de países es muy grande.

En otro orden de cosas, ¿qué le parece que salud pueda seleccionar a las farmacias que vayan a atender a las residencias?

Me parece muy mal, tendrá que seleccionar unos criterios en base a qué. Sería lógico que se hiciera en base a que hubiera una proximidad de esos centros, pero creo que los farmacéuticos pueden hacer una labor extraordinaria, primero partiendo de la voluntariedad y donde prime siempre el criterio profesional y no el económico. Se pueden poner en ciernes muchos aspectos, no se puede entrar en ese juego. Todo eso está muy verde, se estudió en su momento y creo que está parado.