El Ayuntamiento de Málaga aprobó ayer acometer la esterilización de los cerca de 2.000 gatos callejeros que se calcula que hay repartidos por 120 colonias en distintos puntos de la ciudad. Ésta será la consecuencia más inmediata de la adhesión al Manifiesto Felino, aprobada ayer en el pleno con el apoyo de todos los grupos municipales.

Este manifiesto reconoce la existencia del llamado gato feral, que no es más que el gato callejero urbano, diferente del doméstico o el salvaje. Con este reconocimiento se da cobertura legal a actuar en las colonias de gatos, que hasta ahora estaban en un vacío legal.

La protección de estos núcleos está contemplada en el manifiesto y se rechaza que se recurra a los sacrificios para limitar las poblaciones gatunas. La alternativa es la esterilización de los felinos, lo que permitirá controlar la población de estas colonias para que no supongan un problema higiénico o de convivencia.

Actualmente, las 120 colonias de gatos localizadas en la ciudad cuentan con una media de entre 15 y 20 felinos cada una, que a partir de ahora serán controladas por el Centro Zoosanitario del Ayuntamiento de Málaga, dando también la posibilidad a que las asociaciones de protección de animales puedan encargarse de la gestión de estas colonias, que en todo caso seguirían formadas por gatos callejeros.

La Ordenanza Municipal sobre Tenencia de Animales también se modificará para regular la ubicación de las colonias y las condiciones de alimentación, sanidad y esterilización de los animales que la componen, de forma que no haya problemas de suciedad o convivencia vecinal en el caso de que personas particulares den comida a estos gatos.

El Manifiesto Felino también incluye la identificación y registro obligatorio de los gatos, como se hace con los perros. Además, extiende la obligatoriedad de la esterilización de todos los gatos, aunque sean domésticos, excepto para los criadores profesionales. Este documento también obliga al Ayuntamiento a mejorar la normativa de cría y venta de gatos e incluir a estos animales en las campañas institucionales a favor del bienestar animal.

Cuidado con las cacas. El pleno municipal también avaló la creación de un registro genético para los perros de la ciudad. Esto supone que, una vez que se modifique la Ordenanza de Tenencia de Animales, los dueños de perros tendrán la obligación de llevarlos al veterinario para que obtenga una muestra de sangre y se incluyan los datos de ADN en el registro público de las mascotas, y que tendrá un coste de 36 euros.

Esta información tendrá varios usos, entre las que destaca la posibilidad de tomar muestras de las cacas que no recojan de la calle los dueños de los perros, con idea de hacer un análisis del ADN e identificar al dueño del perro. Personal municipal será el encargado de recoger las muestras, mediante un protocolo que asegure que no se contaminen, y se enviarán a un laboratorio para obtener los datos del ADN y compararlo con el registro genético. El coste de esta operación es de 18 euros, que serán asumidos por el infractor, además de una multa que podrá ascender a 500 euros.

La idea del Ayuntamiento es dar un plazo de seis meses para aportar la información al registro genético, que comenzaría una vez que se apruebe la ordenanza en el primer trimestre de 2016.