­Trabajadores y dirección de la empresa Limasa de Málaga retomaron ayer viernes la negociación para un nuevo convenio colectivo que debería entrar en vigor el 1 de enero de 2016. Aunque, a priori, las posturas de unos y otros están enfrentadas, ambas partes han puesto sobre la mesa la intención de «negociar».

Así, se han emplazado a un nuevo encuentro el 4 de noviembre. El objetivo de los trabajadores sigue siendo, no obstante, cerrar un convenio o llegar a un principio de acuerdo antes de final de año. En caso de no ser así, exigirán que se restablezca en su totalidad el convenio de 2010-2012 y no descartan, de hecho, un nuevo conflicto laboral.

«La empresa dice que si no hay acuerdo antes, en enero, seguirá aplicando los acuerdos pactados en diciembre de 2013, que anulaba la paga de productividad y los descansos, y habrá conflicto pues nosotros no lo aceptamos», advirtióel presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte.

Los trabajadores defienden que los acuerdos alcanzados en la Navidad de 2013 entre empresa y trabajadores, que pusieron fin a la huelga de basuras, expiran el próximo 31 de diciembre y además no tienen rango de convenio, por lo que o se negocia un convenio nuevo o se aplica en todos sus puntos el convenio vigente de 2010 a 2012. Por ello, actualizarán la última plataforma presentada para la negociación del convenio colectivo, aunque partiendo del de 2010-2012 y se entregará el día 4, según explicó Belmonte

«No vamos a pedir incrementos salariales ni subidas económicas, pero si exigiremos recuperar lo que hemos dejado en el camino, tanto económicamente como en descansos y vacaciones: paga de productivida, descanso los fines de semana y ampliar los meses en que se puede disfrutar las vacaciones» .«La situación económica ya está mejor, por lo que, como todos los colectivos, queremos recuperar lo que teníamos; no pedimos más, sino lo que nos quitaron», ha indicado.

Por su parte, desde la empresa calificaron la reunión de «muy cordial» y aseguraron que «lo que queremos es negociar, necesitamos saber qué propuesta hacen para 2016 y todo lo que se vea que es coherente, se aceptará, y lo que represente un coste, se negociará».