­Después de esperar durante 15 años que llegara este momento, la alegría de los vecinos de Teatinos no puede ser completa. El BOE acaba de publicar la licitación del proyecto del nuevo instituto que se construirá en esta zona, pero solo tendrá cinco líneas de ESO. No se dice nada de Bachillerato, como los padres daban por hecho. La Junta dice ahora, después de todo este tiempo, de decenas de manifestaciones y protestas, de como mínimo otras tantas reuniones, que la parcela donde se levantará el edificio es pequeña.

«Fue escogida por consenso con representantes vecinales y de la comunidad educativa de la zona atendiendo a su ubicación. Sin embargo, no cuenta con las dimensiones estipuladas para centros con capacidad superior a la prevista para este instituto», explicaron ayer fuentes de la Delegación de Educación.

La portavoz de la asociación Prometo, que durante estos últimos años se ha mostrado especialmente combativa, reconoce que el sentimiento es agridulce. «No está contemplado la postobligatoria en el proyecto, cuando todos lo dábamos por hecho», señala Mar Villanueva, que teme que lo mismo que puede producirse ahora un «tapón» de los alumnos que van a pasar de Primaria a la ESO -hay nueve colegios en la zona y solo dos institutos para absorber toda la demanda- se pueda repetir cuatro años después para pasar de Secundaria a Bachillerato.

Educación aquí también niega la mayor. Desmiente la existencia de este «tapón» en la actualidad y asegura que los dos institutos soportan perfectamente la presión, aunque con aulas prefabricadas «para la FP Básica» en el caso de la Universidad Laboral.

Según la Junta, el nuevo instituto, que podría entrar en funcionamiento en 2018, «permitirá que las necesidades de escolarización de Bachillerato sean atendidas en las mejores condiciones por el Torre Atalaya y Universidad Laboral».