La Fiscalía de Málaga considera que el hombre imputado por la muerte del niño de tres años encontrado en una balsa en Los Montes de Málaga capital en febrero de 2015 actuó «en ejecución del plan» establecido, al igual que consideran las acusaciones en nombre de los padres de pequeño; mientras que la defensa sostiene que lo sucedido se corresponde con «un grave y terrible accidente».

Ayer miércoles tuvo lugar una comparecencia, en la que estuvo presente el investigado y que se celebró al tramitarse el caso por el procedimiento del Tribunal del Jurado. Tanto las acusaciones como la defensa fijaron los hechos que a su entender sucedieron ese 10 de febrero pasado y pudieron solicitar las pruebas que consideran necesarias dentro de la instrucción.

En el caso del fiscal, pide la continuación del procedimiento por un delito de asesinato, al entender que hay indicios para ello, algo con lo que las acusaciones están de acuerdo. El ministerio público señala, en un escrito presentado al juzgado, al que tuvo acceso Europa Press, que el imputado, entonces pareja sentimental de la madre del niño, siguió un plan «por él previamente elaborado».

En cuanto a los hechos, se indica, inicialmente, que el investigado recogió al pequeño a la salida de la guardería y lo llevó a una balsa de agua próxima a un mirador, en los Montes de Málaga, un lugar «solitario y de difícil acceso», señala la acusación, diciéndole a la madre que lo llevaba a un centro comercial de Rincón de la Victoria.

Una vez allí, procedió «a arrojar al menor al agua, prevaliéndose de su evidente superioridad física y de la falta de capacidad de defensa» del niño y «conociendo que su víctima no sabía nadar», sostienen las acusaciones. Entonces, lo «dejó morir», dice el fiscal, tras lo que, siguiendo el plan preestablecido, abandonó el lugar y se fue al centro comercial, donde simuló el extravío del menor.

El fiscal solicita una reproducción videográfica del trayecto recorrido por el investigado y el pequeño desde el lugar en el que aparcó el coche en el mirador hasta la balsa, donde se produjo el ahogamiento; así como la declaración testifical de la madre y la hermana del imputado, al ser quienes recibieron las primeras llamadas.

Por su parte, la defensa considera que no hay móvil alguno para la imputación y cree acreditado «que lo sucedido se corresponde con un grave y terrible accidente».