Los vecinos de Bailén-Miraflores están empezando a movilizarse en contra del proyecto de llevar el metro en superficie hasta el Hospital Civil, poniendo en marcha una recogida de firmas y celebrando ayer una concentración de representantes de entidades sociales del distrito para hacer visible su desacuerdo.

El presidente de la asociación de Gamarra y portavoz de estos colectivos, Guillermo Jáuregui, lamentó la falta de información que sufren por parte de la Consejería de Fomento, que sólo les ha hecho llegar unos planos a través del Ayuntamiento «que no entendemos y nadie nos explica». Jáuregui se mostró preocupado por el retraso de la reunión prometida con las entidades sociales para dar a conocer el proyecto y teme que un día «nos levantemos con las máquinas en Eugenio Gross».

Uno de los aspectos que más preocupa a los vecinos es que se produzca un caos de tráfico por construir el tranvía, eliminando carriles de circulación. «Ahora, con dos carriles por sentido en Eugenio Gross, se producen atascos, si quitan más carriles se producirá la de San Quintín», insiste Guillermo Jáuregui.

Jáuregui advierte de que no se da solución al tráfico que utiliza Eugenio Gross y Blas de Lezo, «con tres cruces importantes con Mármoles, Martínez de la Rosa y Camino Suárez».

Los vecinos, en un escrito realizado con motivo de la concentración de ayer, consideran que sería más beneficiosos dedicar el dinero de ese tramo a mejorar las líneas de autobuses y los tramos del metro que están pendientes. De hecho, creen que no se demuestra que el tranvía aporte más beneficios a la movilidad que el actual diseño de la calle.

La concentración vecinal contó con el apoyo de las asociaciones de vecinos Victoria Eugenia, Camino Suárez, Gamarra y Nueva Málaga; las asociaciones de comerciantes del Mercado Bailén y de Eugenio Gross; varias peñas; cofradías de la zona y el Hogar del Jubilado.