­Corría otoño de 2012 cuando la Junta de Andalucía anunció la fusión de servicios de los hospitales de Málaga. Una medida que Salud etiquetó como integradora y con la que pretendían mejorar la eficiencia, reducir los cargos directivos y unificar criterios respecto a la atención de pacientes.

Tres años después la fusión no parece haber logrado, desde el punto de vista asistencial, lo que en un primer momento pretendió. Según ha podido saber este periódico, las Unidades de Gestión Clínica Intercentros de Cirugía, Oncología y Urología están próximas a desfusionarse tras la rebelión de sus profesionales y a consecuencia de los problemas presupuestarios y de cumplimiento de objetivos. Otra unidad cuya integración podría peligrar es la de Otorrinolaringología, que no obtiene buenos resultados en las evaluaciones directivas.

El secretario de Salud, Sociosanitarios y Dependencia de la FSP/UGT-Málaga, Ramón Sánchez Garrido, señaló ayer que con la fusión sólo se hizo una inicial reducción de directivos «que de forma rápida se corrigió nombrando a otros con menor cargo y por tanto menor salario». «La creación de las UGC intercentros se vendió a los profesionales como una oportunidad para mejorar científicamente y en los medios tecnológicos. Esto no sólo no ha sido así, sino que con las inversiones paralizadas sólo ha permitido provocar el malestar de los trabajadores y el avance profesional pretendido ha quedado en incremento de las listas de espera y en una drástica reducción de plantillas en todas las unidades», señalan desde UGT, desde donde exigen una evaluación exhaustiva de los servicios mencionados para saber qué ocurre. «Creemos que hay razones más que suficientes, para deshacer las fusiones hospitalarias y de los servicios que el SAS ha realizado en Málaga. Los malagueños perdemos en número de profesionales, más aún cuando las pretendidas competencias y rivalidades sanas entre los servicios, que pretendían mejorar la atención a los pacientes, con una mejora de tecnología y capacitaciones, no han llegado. Es primordial hacer un análisis exhaustivo de las UGC intercentros, ver sus aportaciones negativas y si las hubiese positivas, analizar su relación coste/producto/satisfacción de los ciudadanos y definitivamente concluir que se ha aportado en beneficio de los usuarios para retomar las situación pre crisis económica en las UGC», alertan.

Así las cosas, consideran que se ha creado un clima laboral en el que se hace difícil asistir al enfermo y a los trabajadores cada vez les cuesta más cumplir con los objetivos de la unidad, marcados todos ellos por la integración y más complejos de cumplir. Estos objetivos, a los que no tienen acceso las fuerzas sindicales, se refieren al ahorro en personal, a las listas de espera o a no cubrir las sustituciones, según señalan varias fuentes consultadas.

Fuentes de Salud apuntaron que, de desfusionarse servicios -extremo que ni confirmaron ni desmintieron- no se vería como un fracaso sino como una medida para mejorar la atención a los pacientes.