Carlos Oliva es gerente del concesionario malagueño Honda Cotri y, desde hace seis meses, preside la Asociación de Automoción de Málaga (AMA), que agrupa a más de 200 empresas del sector en la provincia. La mayoría son concesionarios de marca y el resto, pymes dedicadas a la compra-venta de vehículos y talleres de reparación. Tras años de intensa crisis, hay algo más de optimismo en el sector. Hasta octubre, la ventas de vehículos han aumentado en Málaga un 20,4% (22.430) y todo apunta a que el año cerrará en torno a las 27.000 matriculaciones. Sería la mejor cifra desde 2008, aunque aún muy lejos de las 47.000 de entonces.

Han presentado la cuarta edición del Salón de Motor de Ocasión, que se celebrará del 20 al 22 de noviembre en el Palacio de Ferias, ¿qué esperan de ella?

Todo hace pensar que será la mejor porque los números han ido siempre creciendo. Por las tres anteriores pasaron más de 75.000 visitantes (en la del año pasado se llegaron a 31.000) y hubo un volumen acumulado de negocio de 6,5 millones de euros. Para este cuarto salón esperamos un 5% más de visitantes y unas ventas de tres millones (unos 300 vehículos), algo que sería todo un éxito. De todas formas, el salón tiene un efecto a largo plazo. Hay clientes que ven los vehículos y deciden comprar más tarde. Es un goteo de ventas que resulta difícil de cuantificar.

El sector está aumentado sus ventas un 20% este año, ¿se puede hablar ya de recuperación?

De recuperación no, porque eso equivaldría a volver a los números anteriores a la crisis, y eso es algo muy difícil, pero sí estamos registrando de nuevo, al menos, cifras razonables. Lo que había estos años era excesivamente bajo para Málaga. El año lo cerraremos en el entorno de las 27.000 matriculaciones, y para 2016 o 2017 consolidaremos esos niveles por encima de las 30.000. Eso ya sería una buena cifra de mercado para Málaga. También es cierto que estamos consiguiendo esta reactivación gracias a los planes PIVE del Gobierno, que no sabemos si se mantendrán en la próxima legislatura.

Me imagino que ustedes abogan por mantenerlos.

Por supuesto, los defendemos a muerte, porque sólo tienen efectos positivos: para las arcas del Estado a través de los impuestos que se recaudan, para los consumidores que se benefician de los descuentos y para la industria de la automoción en España, que es importantísima. No hay ningún efecto negativo demostrado que se conozca de los planes PIVE.

Las compras de vehículos por parte de particulares suben este año un 18,7%, con más de 15.000 matriculaciones hasta octubre, ¿qué sensaciones perciben?

Se nota que el cliente decide ya cambiar de vehículo antes y que opta por un modelo más equipado, con más accesorios. Eso significa que las expectativas son mejores y que el consumidor se permite ahora un mayor gasto. En años anteriores, el cliente aguantaba con su coche mucho más tiempo antes de cambiarlo. Sólo lo hacía cuando el vehículo empezaba a darle problemas. Estamos viendo ahora, sin embargo, que empieza a haber más compras por capricho y no sólo por necesidad, y eso indica que se recupera la intención de compra.

¿Y en el canal de empresas, donde las ventas suben un 46%, con casi 4.800 matriculaciones?

Mucho. Las expectativas empresariales se están incrementando más que las privadas. La venta de vehículos comerciales y el renting crecen de forma importante, porque muchas empresas llevan muchos años sin renovar la flota y su parque de vehículos le estaba dando ya muchos problemas al quedarse envejecido.

¿Cómo está el sector después de años tan duros? Los sindicatos dicen que hay ahora unos 4.500 empleos, la mitad que antes de la crisis, tras una ola de ERE y despidos.

En general, las firmas malagueñas han salido bien paradas en comparación con otras zonas de España, donde la crisis ha sido devastadora, y han podido mantener la actividad, aunque han tenido que reducir sus estructuras y acometer procesos de concentración. Hay que tener en cuenta que las bajadas de las ventas han sido hasta del 50%. El empleo comienza a dar algunas muestras de mejora, aunque todavía falta tiempo para que eso se perciba. Ya ha quedado atrás la época de reestructuraciones de personal.