El malestar entre los trabajadores de la sociedad mixta de limpieza Limasa de Málaga se extiende tras la reunión mantenida este viernes por la negociación del nuevo marco laboral que debería entrar en vigor el 1 de enero de 2016. Ante esto, el comité de empresa ha convocado para el 22 de noviembre una asamblea informativa, en la que no descartan la adopción de medidas de protesta.

Una asamblea para trasladar a la plantilla la situación en la que se encuentra la negociación del nuevo convenio colectivo, pero también el futuro de la empresa Limasa -actualmente, el 51 por ciento del accionariado está en manos privadas y el 49 por ciento restante corresponde al Ayuntamiento-.

El actual contrato finaliza en abril de 2017 y los trabajadores reclaman que se aproveche el momento para su municipalización, una reivindicación secundada por los tres grupos municipales de izquierdas, PSOE, Málaga Ahora y Málaga para la Gente.

De todos modos, antes de esa asamblea de trabajadores, el martes 17 el comité de empresa volverá a reunirse con la dirección en el marco de la negociación colectiva, aunque los representantes sindicales no se muestran muy esperanzados de que haya avances.

En la reunión de este viernes, la dirección de la empresa ha comentado al comité que el Ayuntamiento no se puede pronunciar acerca de sus peticiones porque aún no cuenta con el presupuesto municipal para 2016.

"Es más de lo mismo, siempre hay una excusa, con el objetivo de que haya conflicto", ha lamentado, en declaraciones a Europa Press, el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte. A su juicio, se trata de "una tomadura de pelo, no hay seriedad y no nos tienen en cuenta".

Frente a esto, ha defendido que "nosotros somos coherentes, lo único que pedimos es lo que hemos dejado atrás durante estos años". "Si los partidos políticos dicen que hay una recuperación económica --ha expuesto--, es el momento de que nosotros tengamos lo que perdimos".

Ha vuelto a criticar que "lo que en 2013 para la empresa era un ahorro --en referencia a los acuerdos que pusieron fin a la huelga de basuras en Navidad y que expiran el próximo 31 de diciembre--, sea ahora un coste", en relación con que estimen en más de ocho millones de euros acceder a sus peticiones. "Estamos hartos y cansados; están instalados en la mentira", ha denunciado Belmonte.

En concreto, recuperar la paga de productividad de 1.143 euros, aunque reflejada no como tal, sino prorrateados en la nómina bajo otro concepto salarial, es una de sus peticiones. En el lado opuesto se sitúa la empresa, que plantea la supresión definitiva de este extra.

También exigen la recuperación como descanso de los sábados y los domingos. Frente a esto, la empresa pretende que libren el domingo y cualquier otro día de la semana para ahorrarse la contratación de eventuales los sábados.

En cuanto a las vacaciones, de junio a septiembre, para los trabajadores, mientras que Limasa propone distribuirlas durante todo el año para ahorrarse los refuerzos estivales.

Convenio de 2010-12 DE 2010-2012. Asimismo, los trabajadores defienden que los acuerdos alcanzados en la Navidad de 2013, que pusieron fin a la huelga de basuras, no tienen rango de convenio, por lo que parten del documento vigente de 2010 a 2012.

Precisamente, la controversia que mantienen Limasa y la Junta de Andalucía acerca de si los acuerdos alcanzados en diciembre de 2013 tienen rango de convenio, como reclama la dirección de esta sociedad, o no, como defienden el Gobierno andaluz y los empleados, está inmersa en un proceso judicial.