La secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, ha entregado este martes los II Premios de Periodismo Joven sobre Violencia de Género, que premia a jóvenes periodistas que van más allá de los datos y de las estadísticas, "para incidir en las cuestiones de las que nadie habla, y que son de gran ayuda a la hora de educar y sensibilizar a la población acerca de esta realidad".

Así, en la categoría de 'Periodismo Impreso', se han premiado dos artículos, cada uno de ellos dotado de 2.250 euros, así como una figura de una menina. En primer lugar, a la periodista de Cerdeña Elena Ledda, por su reportaje escrito en el Diario Ara, 'El cuerpo robado', que relata las "espantosas experiencias" y la lucha por la justicia y libertad de Anna Maria Scarfo, una adolescente violada durante años por un grupo de vecinos, algunos ligados a la mafia de Calabria. En la misma categoría, se ha concedido también otro premio a la redactadora de Asuntos Sociales de La Opinión de Málaga, Marina Fernández, por 'Cuando acaba la pesadilla', un reportaje que explica a las posibles víctimas que no están solas, que hay una salida y que las administraciones poseen una amplia red de centros y soluciones con las que poner fin a sus problemas.

"La temática de la violencia de género la trato a diario o casi de forma semanal. Ya van 48 mujeres asesinadas en lo que va de año, una por semana, y es una lacra y una clase de terrorismo que necesita de más medios", ha solicitado la periodista, que ha estado acompañada por su hijo pequeño. Se da la circunstancia de que Fernández recibía ayer mismo el premio de periodismo Luis Portero por su reportaje 'La hoja de ruta de los trasplantes'.

Dentro también de esta categoría, se ha entregado una mención de honor a la trabajadora de 'La Razón' Belén Velasco por un reportaje sobre 'La violencia de género se dispara entre mayores de 65 años'.

Según ha relatado, las mujeres mayores, uno de los grupos más vulnerables y frágiles, llevan muchos años sufriendo esta lacra en silencio, o bien no la han sufrido a lo largo de su vida y, al hacerse mayores y por determinados problemas, son maltratados por sus parejas.