Gualdamar vuelve a sufrir una plaga de mosquitos que está afectando a la zona cercana al paraje natural de la desembocadura del río Guadalhorce. En este caso, entre los más afectados están los jugadores del equipo de fútbol de Gualdamar, formado por entre niños de 5 años hasta jóvenes de 20, sumando en total 500 usuarios. El vicepresidente del club deportivo, Enrique Cabrera, denuncia que las picaduras de estos insectos son «insoportables» y que han tenido incluso que suspender partidos por la inflamación y el malestar que producen.

«Algunos niños han tenido que acudir a centros de salud por las picaduras», afirma Cabrera. Además, hay que tener especial cuidado porque algunos chicos pueden ser alérgicos y pueden tener peor reacción que otros. La solución más inmediata que encuentran es el uso de repelente para mosquitos, pero llega un momento en el que ya «no hace efecto».

A partir de las seis de la tarde es cuando se hace más notoria la multitud de mosquitos que se acumulan en la zona. «Cuando anochece tenemos que irnos porque no se puede estar», comenta el vicepresidente del C.D. Guadalmar.

El campo de fútbol está situado a 200 metros del paraje natural de la desembocadura del río, donde se produce la mayor acumulación de mosquitos debido al alimento que encuentran en las aguas estancadas. «Todos los años hay casos de plagas porque el río está al lado, pero esta vez está siendo peor», manifiesta el vicepresidente.

Los afectados han pedido una solución a la Junta de Andalucía, pero no han recibido ninguna respuesta. Los problemas siguen y no saben a quién recurrir.

El Ayuntamiento les ha enviado un informe en el que confirma que se llevan a cabo fumigaciones periódicas en la zona de la desembocadura, pero Enrique Cabrera asegura que «las altas temperaturas que continúan en esta época hacen que los mosquitos vuelvan» al poco tiempo de fumigar.

Una de las soluciones que les ha llegado es solicitar a Emasa que libere agua de la depuradora por los canales del río para que elimine las larvas de los mosquitos, pero no se ha llegado a ningún acuerdo.

Más zonas afectadas. Aunque Guadalmar es una zona que se ve afectada con frecuencia por plagas de mosquitos en los alrededores del río, este año está siendo más grave que ningún otro. El pasado mes de octubre, profesores y padres del CEIP Julio Caro Baroja en Gualdalmar denunciaron también la presencia de mosquitos en el centro y los problemas de las picaduras en los alumnos, sufriendo algunos más reacción que otros.

En las clases tienen insecticidas y aparatos eléctricos, pero en el recreo los alumnos están expuestos a los mosquitos aunque utilicen repelentes.

Los padres se han movilizado y han recogido firmas para que el Ayuntamiento conozca la gravedad del problema y la necesidad de una solución inmediata.

El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga conoce los casos y muestra interés cuando se le avisa de estos problemas en la zona. Sin embargo, los vecinos demandan que la Junta de Andalucía autorice al Ayuntamiento para que realice las actuaciones necesarias para erradicar el problema de forma definitiva.