El mercado madrileño de San Ildefonso, en el corazón de Chueca y Malasaña, se ha convertido en el primer recinto que aúna los conceptos de street food y el del mercado callejero tradicional. Así, ubicado en el centro de la vanguardia cultural y gastronómica de la capital, este mercado se abre a la gastronomía malagueña, de forma que oferta a productores, asociaciones e instituciones de la Costa del Sol su espacio para realizar eventos en los que presentar los productos locales tales como el pescaíto frito y los espetos, entre otros.

Jaime Rincón, director del mercado, ha explicado que están en continua comunicación con productores, asociaciones e instituciones malagueñas para ello y que están abiertos a todo tipo de eventos como jornadas, semanas gastronómicas, e incluso a abrir un puesto de productos malagueños siempre que un productor local lo respalde. "Estamos abiertos a cocineros, distribuidores, diputaciones e instituciones", ha señalado.

El director de la promotora Nivel 29, Juan Carlos Sabido, ha señalado que el mercado nace de sus experiencias viajeras y de los mercados callejeros que ha visto a lo largo del mundo y que por eso se levantó San Ildefonso en la calle Fuencarral, ya que ocupa un solar cercano al primer mercado municipal de Madrid, abierto en torno a 1850. "Por eso el mercado tiene el aspecto industrial, callejero y canalla", ha dicho.

Trabajan con productos y distribuidores españoles, está dirigido al turismo nacional y la idea es la de rotar mesas y clientes con tapas, medias raciones y cañas. La inversión ha sido superior a los dos millones y medio de euros.