La avalancha prevista ha superado todas las expectativas que tenía el Centro Internacional de Posgrado y Doctorado de la Universidad de Málaga. El cambio en la normativa, que regula los nuevos cursos de doctorado en las universidades españolas, obliga a todos los alumnos del plan antiguo a defender sus tesis antes del 11 de febrero de 2016, cuando concluye la moratoria de cinco años fijada en el Real Decreto 99/2011. Por este motivo, la UMA estableció como fecha tope para depositar los estudios el 16 de noviembre. Cumplido este plazo, ha recibido 530 tesis adicionales a las que suele registrar, y tendrá que tramitar en dos meses tantas como en dos años.

El director del centro de posgrado y doctorado de la UMA, Antonio Vallecillo, reconoce que a pesar de que pueda parecer que van a estar desbordados, el servicio está perfectamente preparado para afrontar esta cantidad de trabajo extra. La UMA tramita al mes entre 20 y 25 tesis doctorales. Al año se leen unas 250. «Como lo sabíamos está todo preparado y la comisión de postgrado está en ello. Estamos trabajando, revisando las solicitudes y todo el servicio está volcado. Estoy muy contento porque nos hemos echado para adelante y vamos a leer muchas tesis», explicó Vallecillo.

Los trámites a partir de ahora no son precisamente fáciles. No basta con el simple depósito y posterior defensa. El proceso incluye firmas, vistos buenos, recopilación de documentación, elección y convocatoria del tribunal, papeleo para que se pueda expedir el título... Suficiente tiempo, en todo caso, para garantizar que todos los que han depositado su tesis puedan leerla antes del 11 de febrero.

A comienzos del año pasado la UMA contaba con unos 1.200 alumnos matriculados en el curso de doctorado.

Esto quiere decir que unos 700 han desistido de presentar su tesis, porque sencillamente no les ha dado tiempo a terminar, a pesar de que cada año se les recordaba la existencia de esta moratoria. En la mayoría de los casos, se trata de profesionales que estaban haciendo sus tesis por gusto y que no la tenían entre sus prioridades. «Por eso hay que valorar a los que sí lo han hecho», señala Vallecillo. «Hablamos de gente que está trabajando, que ha hecho un esfuerzo extra, y hay que reconocerlo. Padres de familias, autónomos, que llevan seis o siete meses trabajando como locos y que han apurado hasta el último minuto. De hecho, hasta el lunes a las 18.00 horas, cuando acababa el plazo, hemos recibido trabajos», asegura el director del Centro Internacional de Posgrado y Doctorado de la Universidad de Málaga, que mostró su alegría «porque al final han terminado».

«A lo mejor ninguno reinventa la rueda, pero todos han hecho una contribución seguro, cada uno rodeado por sus propias circunstancias», agregó.