­La plaza de Camas estará lista «en menos de un mes» y costará definitivamente 1.137.000 euros, según aseguró ayer el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, que aprovechó su intervención para «pedir disculpas» y asumir «la responsabilidad» de que el entorno no se proyectara en un principio al gusto de los vecinos.

La inversión ha supuesto un sobrecoste de algo más de 300.000 euros, ya que el proyecto inicial era de 820.000 y las reformas introducidas han elevado el montante final hasta 1.137.000 euros tras los cambios introducidos para adaptar la plaza a las reclamaciones de los residentes, que eran más zonas verdes y espacios de juego infantil y esparcimiento, esencialmente.

Pomares explicó que también se han hecho los «retoques» necesarios para que el paso de las cofradías por la plaza no suponga ningún problema.

Cumplimiento. El concejal cumplía así con una moción presentada por el grupo de IU a la comisión de Ordenación del Territorio que pedía al equipo de gobierno que informase del «dinero que va a costar la plaza y de los cambios practicados en el proyecto».

La comisión aprobó por unanimidad una reclamación al equipo de gobierno para que culminen ya los trabajos de reforma de la zona, «no los siga retrasando y lo haga al menor coste posible».

La céntrica plaza malagueña se encuentra en proceso de su tercera remodelación, debido a la instalación de dos pérgolas que obstaculizan el acceso por la calle Fernán González de las siete cofradías que el año pasado decidieron cambiar el itinerario para conseguir un entorno más acogedor que el del Pasillo de Santa Isabel. «Es una auténtica chapuza que tiene un coste enorme e insoportable para las arcas y para el bolsillo de los malagueños», afirmó Eduardo Zorrilla, portavoz de Izquierda Unida.

El acuerdo plantea la exigencia de consensuar con los vecinos y comerciantes medidas para evitar «la proliferación de franquicias y los problemas que genera el exceso de ruido en la vía pública».

El grupo de IU decidió finalmente retirar el punto primero de la moción que planteaba la reprobación del concejal «por las continuas modificaciones y remodelaciones» sobre lo ya ejecutado y por el «derroche de los sobrecostes». Zorrilla aceptó la retirada de este punto a petición de varios grupos y tras el mea culpa asumido por el concejal de Urbanismo en el desarrollo de este proyecto.

Todos los grupos de la oposición coincidieron en criticar la manera en que el equipo de gobierno encaró desde el principio la construcción de la plaza de Camas, que originó el descontento y la protesta generalizada de los vecinos y ha obligado a una remodelación del proyecto inicial, con el consiguiente aumento económico.