­Con las encuestas en contra y con una militancia fuertemente dividida. Así se presenta Podemos a las elecciones generales del 20 de diciembre. José Vargas, actual secretario general de la formación en Málaga, asegura que «dimitirá si no recibe el apoyo» en la asamblea general convocada para el próximo domingo. Critica la deriva que ha tomado Podemos a causa de que la dirección estatal se salte procesos participativos considerados como imprescindibles por la militancia base.

¿Cuánto queda de ese Podemos que le motivó a presentarse como secretario general en Málaga?

Podemos sigue vivo. El problema no es la marca. El problema parte de que la esencia de Podemos ha desaparecido por culpa de la dirección estatal, que ha dejado de preocuparse por cuáles son las medidas necesarias para romper con el sistema. Ha adoptado atajos para hacer una política marcada por los intereses electorales.

¿Por qué pone su cargo a disposición de la militancia? ¿No se siente legitimado?

Hay una cuestión política de fondo. Hemos esperado que salga el programa electoral de Podemos para ver que desaparecen todas las medidas iniciales que estaban destinadas a romper con el sistema. Hablo del no pago a la deuda, por ejemplo. Medidas, en definitiva, con las que yo me presenté como secretario general. Entiendo que si esas medidas han cambiado, yo tengo que poner mi cargo a disposición. Si ellos quieren seguir adelante con el programa que yo me presenté, perfecto. Si no, presento mi dimisión.

Hay quienes le acusan de desestabilizar a Podemos desde dentro.

Es una crítica que hemos tenido en Málaga desde el minuto uno. La desestabilización se puede dar en todo caso ante la falta de debate democrático. Yo siento que tengo la responsabilidad de seguir en la línea política que me marqué desde el inicio.

¿A qué achaca las encuestas tan negativas si se comparan con las de principio de año?

En cierto modo la propia desilusión y un discurso que no se aclara inciden directamente en la intención de voto. Aunque no hay que hacerle mucho caso a las encuestas, sí creo que hay una repercusión directa de la desilusión que se vive en los círculos. Hay mucha gente que se ha ido de Podemos.

¿Cómo es su relación en estos momentos con Teresa Rodríguez?

No hay relación directamente. No se abren esos cauces de comunicación por parte de ella y de su gente cercana.

La participación en los procesos internos no llega ni al diez por ciento. ¿A qué se deben estas cifras raquíticas?

Porque no ha habido una participación real efectiva. No ha habido la posibilidad de realmente proponer y debatir sobre las diferentes medidas que se toman sobre un temo u otro. No se ha creado ese espacio porque no se ha querido.

¿El consejo ciudadano de Podemos en Málaga afronta una reestructuración después de las elecciones?

Depende mucho de los resultados de la asamblea del domingo. Si ganamos nosotros, el consejo ciudadano tendrá que reflexionar sobre cómo hacemos ahora esto. En el caso de que no y yo me vaya, el consejo verá lo que hace y como afrontar esta nueva etapa.

¿Cuál es la función de Nico Sigcilia dentro de Podemos? ¿Cree que se ha puesto como un elemento de control?

No sé exactamente cuál es el cargo que se le ha asignado dentro de la campaña electoral. No sé si está como elemento de control, sólo que lo ha puesto la dirección estatal.

Usted está impulsando una corriente alternativa llamada No hay tiempo que perder. ¿Cómo afronta la compatibilidad con Podemos?

Por eso también he convocado la asamblea. Para hacer un llamamiento y que todo el mundo participe. Si la asamblea decide que lo haga como secretario bien, si no lo haré como José Vargas.