­En pleno corazón de Madrid, justo entre los barrios más vanguardistas de la capital -Malasaña y Chueca-, se encuentra el Mercado de San Ildefonso, el primer recinto en el país que aúna el concepto de street food y el de ágora comercial de toda la vida en una zona ocupada en los ochenta por los locales más legendarios de la añorada Movida. Este mercado se abre al pescaíto frito, a los espetos y se ofrece a ser plataforma de impulso para la cocina y los productos malagueños.

Juan Carlos Sabido, presidente de la promotora Grupo Nivel 29, y Jaime Rincón, director del mercado, señalaron este miércoles a La Opinión de Málaga que están abiertos a trabajar con productores, distribuidores, asociaciones e instituciones públicas malagueñas para hacer eventos culinarios que sirvan tanto para dinamizar este mercado como para divulgar los encantos de la cocina tradicional malagueña.

«Estamos abiertos a cocineros, distribuidores, diputaciones e instituciones», aclaró Rincón, quien añadió que están en continua comunicación con profesionales malagueños del sector para realizar jornadas y semanas gastronómicas, showcooking e incluso abrir un puesto de productos malagueños siempre que un productor local lo solicite y lo respalde.

El mercado nace de las experiencias viajeras de Juan Carlos Sabido y de los mercados callejeros que vio en Bangkok, Nueva York o Singapur. Ubicado en la calle Fuencarral, ocupa un lugar cercano al que dio cobijo al primer mercado municipal de Madrid, abierto en torno a la mitad del siglo XIX y cerrado en los setenta del pasado siglo. «Por eso el mercado tiene este aspecto industrial, callejero y canalla». dijo Sabido.

Tapas, medias raciones y cañas

Trabajan con productores y distribuidores de toda España y se enfoca al tapeo tradicional tan presente en los usos y costumbres nacionales, de forma que sus 18 puestos temáticos, repartidos en 700 metros cuadrados y tres plantas, ofrecen los manjares más exquisitos buscando la rotación de sus clientes con productos gourmet. Mesas y sillas altas tratan de convertir al mercado de San Ildefonso en un lugar de paso, pero las trece horas diarias de apertura lo sitúan como un punto de reunión ideal a la hora del aperitivo. El diseño, por supuesto, es atrevido e innovador. «Por eso el mercado tiene el aspecto industrial, callejero y canalla», dice Sabido, quien defiende el concepto de ocio, disfrute y «socialización en torno a la gastronomía».

Diseño y vanguardia

El diseño es rompedor: estética callejera en los puestos, tres barras de servicio, mesas altas corridas flanqueadas por taburetes y dos terrazas. La principal está recubierta por un graderío de madera imitando las recoletas plazas de Malasaña. La otra, rodeada de vegetación, una isla verde en medio del torbellino diario de la gran urbe. Lámparas años 20, materiales brutos como el ladrillo y el hormigón, acabados naturales en madera, hierro, cobre y acero cierran el círculo de la atrevida arquitectura del recinto.

Entre junio de 2014 y el mismo mes del presente año, han pasado más de 300.000 personas por sus instalaciones, el 70% clientes de origen nacional.

Abierto 365 días al año, y con la hora del aperitivo como filosofía, trata de proporcionar un entorno after work acorde a las exigencias de sus clientes, presos del estrés y el ritmo del nuevo siglo. Eso sí, con la mejor gastronomía del momento. Esta semana, por ejemplo, se han hecho diversos eventos en torno a las setas y, en octubre, sobre la cerveza. Desde jamón ibérica a la carne, pasando por las conservas más exclusivas y las delicias de temporada sin olvidar los productos preparados, para tomar en la zona, en la oficina o en la casa. Arroces, pescaíto frito andaluz, quesos, sushi, brochetas, croquetas, cafés, vinos, zumos... la oferta es amplia.

En la última planta, «cada día sucede algo», explica Sabido. se trata de un espacio cambiante dedicado a la realización de showcooking, coctelería de vanguardia, eventos sociales, culturales y solidarios, lanzamiento de nuevos diseños y hacer muestras, degustaciones y catas de productos de temporada de la mano de los cocineros más relevantes del panorama nacional e internacional, una oportunidad que el Mercado de San Ildefonso brinda a los productores locales malagueños y a las instituciones. La inversión total en el mercado ha sido de 2,5 millones de euros, pues el edificio es de nueva planta y cuenta con un parking informatizado y automático.