­Málaga es una provincia importante para los partidos. Perder o ganar aquí puede significar la diferencia entre gobernar o pasar cuatro años en la fría bancada de la oposición tras las próximas generales del 20-D. Conscientes de que la Costa del Sol puede inclinar la balanza de un lado u otro, los partidos se baten el cobre en la ciudad y cortejan a la capital programando aquí los actos más significativos de la precampaña. Ayer, sin ir más lejos, todas las formaciones con aspiraciones a tener representación parlamentaria y sus responsables se dejaron ver por la zona. El PP sitúa a Málaga como prioridad. «Subir o bajar dos puntos en Sevilla, Málaga o Cádiz puede significar un escaño más», según fuentes de los populares. Lo cierto es que el presidente Mariano Rajoy va a abrir la campaña en Málaga, lo que da una idea de la importancia estratégica de la provincia.

Partido Popular. Ya han comenzado los repartos electorales. Los números tres, cuatro, seis y nueve al Congreso por la provincia, Carolina España, Ángel González, Luis Verde y Maite Otero, y los números uno y dos al Senado, Ángeles Muñoz y Joaquín Ramírez, participaron ayer en un reparto en el Muelle Uno. Por otro lado, el candidato número uno por Málaga al Congreso, José María García Urbano, valoró ayer el esfuerzo del tejido empresarial de la provincia y defendió que «España debe continuar con un gobierno serio, experimentado y estable para garantizar el impulso al emprendimiento». Esto lo dijo durante una visita a una fábrica de muebles en Coín, donde lo acompañó el alcalde, Fernando Fernández.

PSOE. La plana mayor del PSOE de la provincia se reunió ayer en Marbella para que el alcalde, José Bernal, diera lectura a un manifiesto municipalista con las principales propuestas de cara al 20-D. Estuvo presente el secretario provincial, Miguel Ángel Heredia, junto a 23 alcaldes y alcaldesas. Los socialistas se comprometieron a derogar la Ley de Reforma Local del PP y a potenciar el papel de los ayuntamientos, criticando el número 1 al Congreso que los consistorios, por ejemplo, no puedan financiar servicios sociales, un recorte al Estado del Bienestar.

IU. Activistas por la Unidad Popular se reunieron ayer en el Parque Huelin de Málaga para apoyar la candidatura que UP-IU presenta a las generales. Sindicalistas, trabajadoras sociales de la Marea Naranja, la Red de Solidaridad Popular, mayores y pensionistas y republicanos explicaron por qué apoyan a «la única formación de izquierdas» que acabará con las leyes del PP. El número uno de la lista al Congreso, Francisco Guzmán, exigió ayer que no haya una nueva guerra.

Críticos de Podemos. La Térmica acogió ayer un encuentro estatal de la corriente crítica de Podemos, con el secretario general de la formación en Málaga, José Vargas, a la cabeza. Tratan de configurar, explicó, «una alternativa» al partido morado tras el 20-D. «Aquí hay militantes y simpatizantes que están desilusionados con Podemos y que entienden que el país necesita un programa de izquierdas rupturista», dijo.