Los vecinos de la noria del puerto de Málaga están dispuestos a aguantar los ocho meses de concesión de esta atracción ubicada en el Muelle de Heredia, pero ni uno más. En los próximos días presentarán un escrito ante el Ayuntamiento de Málaga y la Autoridad Portuaria para exigirle que no le renueven la concesión en esa ubicación, ya que consideran que vulnera su derecho a la intimidad.

Mercedes Martín, representante de los vecinos afectados de los edificios situados frente a la noria, señala que la actividad de la noria supone una intromisión en sus viviendas por la cercanía y la altura que alcanza.

Además, los vecinos se quejan de que a la falta de intimidad se le suman las molestias que ocasiona por el horario de actividad, que termina cerca de la una de la madrugada durante los fines de semana, y los ruidos que ocasionan los trabajos de mantenimiento y reforma de la estructura.

El escrito que están preparando incide en la necesidad de proteger a los vecinos, por lo que reclama que no se extienda esta actividad más allá de los ocho meses concedidos inicialmente, aunque la concesión contempla la posibilidad de una prórroga. Además, se quejan de la falta de sensibilidad con las reclamaciones vecinales, que comenzaron a finales de septiembre y no les han ofrecido soluciones hasta ahora.

Cumplimiento. Esta postura beligerante de los vecinos contrasta con la postura de los promotores de la noria, la empresa Mederyt, que insiste en que cumple con todas las ordenanzas. El representante de esta compañía, Santi Sardà, explicó que no han tenido contacto directo con los vecinos, pero recordó que la ubicación fue elegida por el Ayuntamiento de Málaga y que la promotora de esta atracción cumple con las ordenanzas.

Sardà advirtió de que la ubicación «es provisional, porque en esa parcela está previsto un desarrollo urbanístico distinto y cuando se realice, buscaremos otra ubicación». «Nuestro interés es estar en Málaga», recalcó el representante de la concesionaria.