­El belén es una de las más importantes tradiciones de la Navidad, transmitida de generación en generación. La mayoría de las casas de España monta un nacimiento, aunque sólo sea el misterio. Y el momento de hacerlo es ahora, coincidiendo con el puente de la Inmaculada. Lo marca la tradición y la costumbre. Sin embargo, para otras muchas personas el belenismo es mucho más. Es una afición, una pasión que llena buena parte del año, y su vida, y no solo las vísperas del Adviento.

Es el caso de los integrantes de la Asociación de Belenistas de Málaga La Alcazaba, creada hace aproximadamente un año, y de la que forman parte unos 43 socios, que comparten el cariño y el amor por los belenes. Pepe Urbano es el presidente de esta entidad, que este año se ha encargado del montaje del Belén de la Catedral de Málaga, bendecido e inaugurado por el obispo, Jesús Catalá, el pasado viernes.

A principios de junio comienza a gestarse esta historia que ahora ocupa 52 metros cuadrados en el trascoro del primer templo. Como explica Urbano, mantuvieron una reunión con el deán, Alfonso Fernández-Casamayor y le explicaron sus inquietudes. «Confió en nosotros desde el primer momento». Se trata de un nacimiento central, es decir, se ve por los cuatro costados. Esto supone una elaboración más compleja. Tiene un perímetro de 32 metros visitables. Se recrean las escenas evangélicas que narran el nacimiento de Cristo.

230 figuras de pastores forman parte de este belén, más de 270 animales, sobre todo borregos. «Menos las figuras cerámicas y alguna cestería, todo está elaborado por los socios, con horas y horas de trabajo», asegura Urbano. Unas 800 horas ha aportado cada persona, muchas de sus propias vacaciones, para hacer este belén, que se construyó totalmente en una nave y posteriormente, a principios de noviembre, fue trasladado a la Catedral.

El nacimiento se puede visitar desde el pasado viernes hasta el 5 de enero, de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, aunque los días 24 y 31 de diciembre y 5 de enero estará cerrado por las tardes; y el 25 de diciembre y 1 de enero, no abrirá por la mañana.

Belén del Cautivo

Hermandades, peñas, parroquias y otros colectivos montan belenes. También el Ayuntamiento y las juntas municipales de distrito. La cofradía del Cautivo es un ejemplo. Una quincena de hermanos ha estado dedicando prácticamente todas las tardes, desde hace dos meses y medio, en el montaje de este nacimiento, que se puede visitar en el salón de tronos de la casa hermandad a partir del miércoles, aunque fue bendecido el pasado viernes.

Luis Martín se ha encargado de coordinar los trabajos. La mayor parte de los materiales empleados son reciclados: cartones de huevos, cajas de cartón, corcho... «Desde que era niño veía a mi abuelo y otros vecinos que hacían belenes y participaban en concursos. Se hacían por barrios, como la Victoria, la Trinidad y La Malagueta... Y es una tradición que he heredado», asegura.

El belén del Cautivo cuenta con detalles muy malagueños, como una réplica de Gibralfaro y la Alcazaba. Y con detalles muy trinitarios, como la presencia de dos nazarenos y un soldado regular, en el tejado de una de las casas.

Todo el que quiera visitar el belén puede hacerlo, pero los hermanos que se han encargado de su montaje piden que se lleve un kilo de alimento no perecedero, para paliar las necesidades de las familias necesitadas del barrio de la Trinidad y de las monjas clarisas que guardan clausura en el cercano convento, y con las que la cofradía colabora con asiduidad.