Casi el 60% de los 103 municipios que componen la provincia de Málaga han logrado rebajar sus cifras de paro durante la presente legislatura, en la que el desempleo también se ha reducido ligeramente a nivel global tras alcanzar eso sí picos históricos en el transcurso de la misma por el efecto de la reforma laboral aprobada por el Gobierno a inicios de 2012, nada más llegar al poder. Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) conocidos esta pasada semana, de los 194.800 desempleados que había en noviembre de 2011, cuando el PP ganó las elecciones, hemos pasado a los 184.985 de este pasado mes, con un descenso del 5,1% que se traduce en 9.819 desempleados menos.

Los sindicatos califican la bajada como ínfima en relación a la pérdida de derechos laborales que trajo la reforma y recuerdan que el mercado de trabajo se ha precarizado todavía más en estos cuatro años: un 95% de los contratos que se firman cada mes son temporales, el número de asalariados malagueños que trabaja de forma temporal ha subido del 25% al 33% y el empleo por horas afecta ya a una cuarta parte de todos los trabajadores, cinco puntos más que antes. Es cierto que la provincia también ha ganado en este tiempo algo más de 15.000 afiliados en relación a noviembre de 2011 (ahora hay 528.466, el mejor dato desde 2008), pero el 80% de este incremento obedece a personas que se autoemplean dándose de alta como autónomos y sólo el resto responde a un aumento de la masa de trabajadores asalariados. De hecho, Málaga presenta ahora mismo un récord histórico de casi 106.000 autónomos. Empresarios y economistas, por su parte, admiten la precariedad del empleo por cuenta ajena pero prefieren quedarse con los síntomas de reactivación que se vienen detectando en el último año y medio y auguran que la mejora de la economía generará a medio plazo más contrataciones estables.

Al margen de estas consideraciones, el análisis de los datos por municipios revela que el descenso del desempleo registrado en estos cuatro años se centra fundamentalmente en Málaga capital y en toda la Costa del Sol Occidental, principalmente en el área de Marbella. En el litoral oriental, por contra, Rincón de la Victoria y Vélez Málaga presentan subidas del paro. En la lista de localidades donde el paro ha bajado también figuran municipios de interior de población muy significativa como Antequera, Ronda, Coín o Alhaurín de la Torre. Las cifras del desempleo sí se han incrementado, en cambio, en Alhaurín El Grande.

Marbella y Málaga, motores. Marbella es el municipio donde el desempleo más se ha reducido desde 2011. En concreto, el paro ha caído en 2.693 personas, con un descenso del 16,6% que deja el total en 13.628 parados. Le sigue Málaga capital, que reduce su lista en 1.471 parados, en este caso un 2%, y se sitúa con 73.997 desempleados (el 40% de todos los que hay en la provincia). Estepona presenta un sensible descenso del 17,7% (1.405 personas) que sitúa el paro total en este municipio en 6.567 vecinos. Este cuadro constata el diagnóstico del Colegio de Economistas de Málaga o la Confederación de Empresarios (CEM), que señalan a Marbella y su entorno, junto a la capital, como las zonas de mayor reactivación.

«Marbella fue de los primeros lugares en notar la crisis y también está siendo de los primeros en recuperarse. Son lugares procíclicos. Cuando empieza de nuevo a moverse la actividad y el negocio se genera empleo de forma más rápida. Había una demanda latente que ya se está recuperando en ámbitos como el inmobiliario. En cuanto al caso de Málaga capital se está beneficiando mucho de la apuesta por el turismo cultural o la llegada de cruceristas. Es ahora mismo una de las capitales con más ebullición de toda España», opina el vicedecano del Colegio de Economistas, Antonio Pedraza. El presidente de la CEM, Javier González de Lara, coincide en el análisis, aunque muestra su inquietud por acontecimientos como la derogación del PGOU de Marbella por parte del Tribunal Supremo en un momento en el que las inversiones vuelven a la zona y cuando se necesita de la máxima seguridad jurídica. «Ahora mismo de lo que se trata es de generar confianza. Marbella y Málaga son dos áreas muy dinámicas que generan gran actividad en su entorno y creo que la tendencia general del paro en la provincia seguirá a la baja, siempre que haya estabilidad», apunta.

En la costa occidental también presentan descensos sensibles Fuengirola (-1.028 parados y un total de 7.286), Torremolinos (-864 y 7.064), Benalmádena (-431 y 7.028) o Mijas (-722 y 8.038), todas ellas con reducciones porcentuales de entre el 5,8% y el 11%. En la oriental las cifras más positivas son las de Nerja, que rebaja en un 12,3% su cifra hasta dejarla en 2.624 parados, y las de Torrox, donde desciende un 10,4% hasta los 1.643. El elenco de localidades de mayor población con bajadas lo completan Ronda (-9,5%, para un total de 4.305 parados), Antequera (-0,3% y 4.431), Coín (-5% y 2.800) y Alhaurín de la Torre (-4,8% y 4.032).

En el lado de las subidas, los casos más relevantes son los de Vélez Málaga, que suma 309 parados en estos cuatro años y alcanza los 9.773 (un 3,2% más); Rincón de la Victoria, que añade 106 para un total de 4.524 (sube un 2,3%) y Alhaurín El Grande, donde hay también 106 personas más en el paro para un conjunto de 2.903 desempleados (un 3,7% más).

La secretaria general de UGT en Málaga, Auxiliadora Jiménez, afirma que la bajada del paro desde 2011 es «absolutamente insuficiente», sobre todo teniendo en cuenta el precio. «Es un descenso bajísimo y más recordando el recorte de derechos laborales o la bajada de salarios a través de la reforma laboral. El balance de la legislatura no puede ser más nefasto. Tener un empleo hoy en día no garantiza salir de la pobreza y se llega a considerar como trabajo contratos de días e incluso de horas. Lo único que hemos conseguido son descensos puntuales del desempleo en verano y trabajos precarios sin que se resuelvan los problemas de fondo del mercado», comenta.

Desde CCOO, el secretario general en Málaga, Antonio Herrera, denuncia la dependencia del sector servicios y la falta de alternativas productivas, lamentando también los efectos de la reforma laboral. «Tenemos un mercado más precario, con más economía sumergida y con prácticamente el mismo paro que en 2011. Las cotizaciones son de baja calidad como consecuencia de salarios bajos, contratación temporal a tiempo parcial y por horas. Para este viaje no hacían falta alforjas», explica.

Por su parte, el presidente de la CEM, Javier González de Lara, reconoce que las empresas aún no se deciden a contratar de forma estable, a espera de que se confirmen los signos de reactivación económica. «Las empresas están aún luchando por su supervivencia. Pero estoy convencido de que habrá más empleo estable en cuanto se consolide la mejora», asegura González de Lara. A su juicio, la reforma laboral no ha servido para crear empleo pero sí para evitar que desaparecieran más empresas y se destruyera más trabajo.