El proyecto de la continuación del metro hasta el Hospital Civil en superficie ha abierto un fuerte debate entre los vecinos y las administraciones. Mientras los primeros se han organizado en una plataforma en contra del tranvía, la Junta y el Ayuntamiento han iniciado una campaña para convencer a los vecinos de las bondades del proyecto.

Las posiciones están inicialmente muy lejanas y los argumentos de uno y otro parecen las dos caras de una moneda, condenadas a no encontrarse.

La postura vecinal, a través de la Plataforma No al Tranvía, argumenta que este medio de transporte creará inseguridad, caos de tráfico, problemas para aparcar y daño a los comercios.

Tanto la Junta como el Ayuntamiento, en cambio, defienden los beneficios para la movilidad al estar conectado con el resto del metro, reduciendo tiempos de viaje y asegurando una frecuencia de paso estable. Insisten en que el tranvía es más seguro para la circulación y ayudaría al comercio al ser visibles para los pasajeros. Además permitirá regenerar el entorno.