­Los alumnos de cuarto de portugués de la Escuela de Idiomas de Málaga han denunciado ante la dirección del centro y la Delegación Territorial de Educación que llevan más de un mes sin clases por la ausencia de su profesora, que ha tenido que cubrir la baja por jubilación de otra docente. Los estudiantes consideran que le han «arrebatado» su derecho para beneficiar a sus compañeros de tercero y quinto, además de criticar la demora administrativa para encontrar una sustituta.

El curso comenzó con normalidad al final de septiembre. Pero, «sin previo aviso, el 16 de noviembre perdimos a nuestra profesora. Hemos perdido este trimestre porque no nos han podido examinar», explica Jaime Santaolalla, uno de los perjudicados.

Efectivamente, y según admite Juan Vicente Vega, el director de la EOI de la capital, «la sustitución se ha complicado». «En el momento que se produjo la baja se abrió una bolsa de trabajo, pero era demasiado antigua. Los aspirantes o ya estaban trabajando o no se localizaban», asegura Vega. Por ello, la Delegación de Educación abrió una segunda lista extraordinaria para la cobertura de vacantes y posibles sustituciones para este puesto.

Según precisa Educación, el plazo de presentación de la documentación se cerró el pasado 9 de diciembre, «y en este momento se están baremando las solicitudes para ordenarlas según los méritos aportados por los aspirantes y proceder a la cobertura de la plaza lo antes posible».

¿Pero por qué se deja sin clases a los alumnos de cuarto cuando la baja se ha producido en otros niveles? El director de la Escuela de Idiomas malagueña explica que, en este caso, han decidido dar prioridad a los alumnos que a final de curso tienen que enfrentarse al denominado PUC (Prueba Unificada de Certificación), es decir, los de tercero y quinto. «Tampoco es que estén sin clase, sí la tienen, pero se ha dado prioridad a los de tercero y quinto. Los de segundo y cuarto, por supuesto, pueden entrar al aula como oyentes para que no pierdan la práctica del idioma, aunque no se les evalúe por el momento», señala Juan Vicente Vega.

Santaolalla, sin embargo, no comparte esta visión. Compara el número de alumnos afectados y no cree que sea justa esta decisión de la dirección del centro. «Somos 15 alumnos de cuarto y solo cuatro o cinco de quinto. Fui de oyente una vez, pero como no se puede participar decidí no volver a asistir», resume. «Estamos en ello. Desde el primer momento que tuvimos conocimiento de la baja de esta profesora se pidió una sustituta», concluye Juan Vicente Vega.