A Mariano Rajoy le ha tocado la Lotería de Navidad, aunque no ha sido como para descorchar una botella de cava. La suerte le ha llegado desde Málaga, donde le entregaron un décimo en el mitin en el que participó horas antes del arranque de la campaña electoral del 20D. El Gato Negro, conocida administración de la que procede el décimo, le ha dado esta alegría al presidente del Gobierno en funciones y el 6.150 es el número con el que ha obtenido el reintegro del Gordo, 20 eurillos.

Para conocer esta historia hay que remontarse al pasado 3 de diciembre, cuando el portavoz del Partido Popular andaluz y presidente provincial de esta formación en Málaga, Elías Bendodo, obsequió a su jefe, Mariano Rajoy, con el décimo en pleno mitin.

Bendodo tuvo unas palabras de cariño hacia Rajoy en las que dijo que a los españoles ya les «había tocado la lotería hace cuatro años», cuando se le nombró presidente del Gobierno y, acto seguido, enseñó el décimo al público y se lo entregó. La anécdota continuó de la mano de Bendodo cuando bromeó al decirle a Mariano Rajoy: «Para que la lotería toque, hay que pagarla; así que me debes veinte euros».

A raíz de aquello, muchos malagueños decidieron seguir la posible suerte del presidente y comprar el 6.150, que se agotó «en menos de una semana», contaron ayer responsables de la administración. Aquí se vende el número que juega Rajoy, rezaba un cartel a la entrada del local como gancho para atraer la atención de los ciudadanos. «La gente venía, hacía la cola, se fijaba en el cartel y entonces pedía el número en cuanto leía el nombre de Rajoy», explican desde El Gato Negro.

Más políticos con suerte. Rajoy no ha sido el único político con suerte en este sorteo. La alcaldesa de Osuna (Sevilla), Rosario Andújar (PSOE), es una de las agraciadas con un décimo del segundo premio (12.775), vendido en la localidad. Una compañera de partido, la diputada balear Silvia Limones, se enteró de que le habían tocado 120.000 euros también del segundo premio cuando comenzaba el pleno del Parlamento autonómico que debatía los Presupuestos de 2016.

Ni era la Pantoja ni había sido afortunada. Del escepticismo a la alegría se puede pasar en un instante, y al contrario también, pues una vendedora de lotería de la Puerta del Sol de Madrid ha comenzado a gritar en el Teatro Real, donde se celebraba el sorteo, creyendo que le había tocado un cuarto premio, el 52.215. Agobiada y rodeada de medios de comunicación, repetía que «no era la Pantoja», mientras intentaba sacar el décimo supuestamente premiado, que al final no era tal.

Un premio en otra Marbella. Otro de los quintos, el 18.102, ha caído en Marbella... mejor dicho, en el bar Marbella de la calle Fernando Alonso de Oviedo, desde donde algunos décimos habían ido a Candás y Puerto de Vega, una de las localidades costeras asturianas afectadas por los últimos incendios. «Me voy a marcar un fernandoalonso», bromeaba uno de los agraciados mientras descorchaba una botella de cava a las puertas del local, enfrente del portal donde residió el bicampeón español del mundo de Formula 1.