El PSOE se quedó solo durante el pleno de la Diputación en su rechazo a los presupuestos de la institución para 2016. Solo ante las cuentas y ante la oposición, a la que el portavoz socialista, Francisco Conejo, calificó de «conformistas», enfrentándose también a las fuerzas políticas que sacaron adelante con su abstención las partidas previstas para el próximo ejercicio en la institución supramunicipal. Más de 228 millones (un 4% más que el año anterior) en inversiones, que han contado con el visto bueno del PP y Ciudadanos, y el respaldo tácito de IU y de Málaga Ahora, que han optado por dar un voto de confianza al equipo de gobierno que preside Elías Bendodo.

El presidente insistió ayer en el carácter social del presupuesto y en el consenso alcanzado después de dos meses de trabajo entre todas las fuerzas políticas para elaborar un documento que cuenta con todas las aportaciones recibidas. Pero el PSOE cree que el consenso no se alcanza «agregando iniciativas» y atacó unas cuentas que «consagran las políticas de recortes y sufrimientos», dijo Conejo.

Tres son los pilares en los que se asientan los presupuestos supramunicipales: creación de empleo, las políticas de igualdad y las políticas sociales, según destacó Bendodo. Las grandes apuestas, la industria agroalimentaria, consolidando la marca Sabor a Málaga con la creación del segundo mercado provincial, y el turismo. «Son los presupuestos más ambiciosos de la historia de la Diputación», señaló el presidente en su introducción antes de que se iniciara el debate.

Francisco Conejo, sin embargo, negó la mayor y comparó estas cuentas con las últimas aprobadas por el gobierno de coalición (PSOE-IU) presidido por Salvador Pendón en 2011. Así, indicó que aquellos contaban con 61 millones de euros destinados a política social, un 18% más que los aprobados ayer. O con un 34,5% más de inversión en política de igualdad y contra la violencia de género. Conejo también criticó el presupuesto dedicado para «autobombo» y «publicidad que maneja la presidencia», los grandes sueldos de los que denominó «galácticos de la Diputación» y el presupuesto de la Oficina del Alcalde, «un instrumento que le sirve al presidente para premiar o castigar con total discreción».

En la réplica, la portavoz del PP, Francisca Caracuel, aprovechó esta incursión de Conejo en la comparativa para atacar al PSOE y recordar la deuda heredada por la Diputación tras la gestión de Pendón y denunciar que entonces «las cifras se inflaban pero no se ejecutaban». Ya antes, Bendodo recordó que se encontró una Diputación «al borde de la quiebra».

El resto de grupos políticos también afearon la actitud del PSOE. Ciudadanos, en palabras de su portavoz, Gonzalo Sichar, recordó que se ha llegado al acuerdo, aunque no aparecerá reflejado en los estatutos, de rebajar los sueldos de los cargos de confianza un 10% y destacó que «aunque no son nuestros presupuestos», votan sí porque están a favor de la línea de amortización de la deuda, son cuentas más sociales después de las aportaciones aceptadas y que ha realizado su grupo «porque la izquierda no puede patrimonializar la preocupación por los problemas sociales», según dijo, y por responsabilidad. En los mismos términos de consenso se expresaron también Guzmán Ahumada, portavoz de IU, y Rosa Galindo, diputada de Ahora Podemos, destacando que cogen el guante lanzado por el equipo de gobierno, su disposición a la negociación, «pero que no se trata de un cheque en blanco», sino que van a estar muy «vigilantes» para que se cumpla todo lo aprobado.