Los grandes titulares de sucesos suelen ser para los cacos con más arte. No lo será el de este artículo, reservado como cada año por estas fechas a los menos inspirados de un gremio a los que también hay que perseguir para que dejen de molestar, más que delinquir. Son los poca monta, los antónimos del guante blanco, el hazmerreír de comisaría y la comidilla de los juzgados. El eterno quiero y no puedo.

1. Graba su propio robo chapuza para cobrar la indemnización del seguro

Corría la primavera cuando a la Policía Nacional de Ronda no le quedó más remedio que detener a un joven de 27 años que denunció un robo con fuerza la discoteca que regentaba en la Ciudad del Tajo. Dijo que le sustrajeron un equipo de sonido profesional, dos ordenadores, un televisor y 276 botellas de whiskey, vodka, ron y ginebra, todo valorado en unos diez mil euros. El empresario incluso aportó un vídeo que mostraba al ladrón con pasamontañas y gafas de sol justo antes de romper las cámaras de seguridad del establecimiento a martillazos, pero su coartada comenzó a tambalearse cuando la Policía Científica halló en el local varios indicios en su contra y el denunciante comenzó a incurrir en contradicciones. La principal, según la policía, es que desde el principio negó tener un seguro que le cubriera el robo, aunque los agentes no tardaron en localizar la aseguradora con la que tenía una póliza que cubría el robo y que después de poner la denuncia dio parte al seguro para acceder a la indemnización correspondiente. No fue su única trola, ya que dijo a los investigadores que la noche prevía al robo había cerrado a la hora de siempre y que esa noche la pasó en Ronda. Los agentes comprobaron que, cuando se produjeron los hechos, la discoteca llevaba tiempo cerrada, que el empresario sí estuvo en el municipio aquella noche y que incluso denunció la desaparición de efectos que seguían en el local. Finalmente, los agentes concluyeron que el objetivo del denunciante era simular el robo para que la indemnización del seguro le permitiera paliar la deuda de 20.000 euros que tenía con el dueño del local en el que montó la discoteca.

2. Un robo de 10.000 kilos de pipas con el argumento del cuento de Pulgarcito

Tres personas fueron detenidas en la capital en abril tras una investigación sobre el robo de 25.000 kilos de pipas valorados en 10.000 euros que desaparecieron del almacén de una empresa dedicada a la carga y descarga de buques situada en puerto de Málaga. Las pesquisas, iniciadas en el mes de enero, permitieron encontrar restos de estas semillas sin sal y sin tostar , las mismas características a las sustraídas, en un contenedor de otra empresa gracias a la colaboración ciudadana. Con semejantes garbanzos en el camino, los agentes no tardaron en llegar hasta dos empleados como presuntos responsables del robo. Uno de ellos cargó las pipas con una pala y el otro transportó la carga hasta un punto de Camino de La Térmica de Málaga. Ambos fueron detenidos como presuntos responsables de robo con fuerza, mientras que el tercer detenido fue el hermano de uno de los apoderados de la empresa en la que se hallaron los restos de pipas por presuntamente encargar el robo.

3. Un trabajador del aeropuerto se queda la bolsa de una viajera ante decenas de cámaras

El pasado verano, un hombre fue detenido por quedarse con las pertenencias que una viajera dejó olvidadas en un carrito portaequipajes del aeropuerto de Málaga tras ser recogida por unos familiares. Cuando volvió y no encontró la bolsa en la que había un una tablet, un dispositivo electrónico de música y un par de gafas, los investigadores de la Policía Nacional no tardaron en descubrir que tras la desaparición del equipaje se encontraba un trabajador de la empresa que gestiona los carritos del aeropuerto, uno de los edificios con más cámaras de seguridad del planeta Málaga. Los agentes lo detuvieron por apropiación indebida tras comprobar que, en lugar de entregar la bolsa en la Oficina de Objetos Perdidos, se la quedó.

4. Se salta un semáforo con una moto robada, fumando un porro y sin puntos en el carné

A sus 22 años, el protagonista de esta actuación de la Policía Local sólo le faltó provocar una tragedia, pero merece ser recordado en este espacio por su empeño. Una pareja de la Policía Local de Málaga que se encontraban en la intersección de las calles Virgen de la Esperanza con Virgen de la Fuensanta, sorprendió al joven saltándose un semáforo en rojo mientras conducía una moto robada sin casco y fumándose un porro. No fue fácil alcanzarle. Tras darle el alto se dio a la fuga circulando a gran velocidad a pesar de la afluencia de personas, muchas de ellas menores de edad, obligando a varios peatones a apartarse para evitar ser atropellados. Tras una larga persecución que finalizó en la calle Virgen de la Servita, los agentes comprobaron que la moto tenía la ITV caducada desde el año 2011 pese a que lucía una pegatina oficial que indicaba que le correspondía la próxima inspección en julio del próximo año 2016. Las posteriores gestiones permitieron conocer que no poseía carné por pérdida total de puntos.

5. La mujer fantasma que estafó 40.000 euros a un amigo durante siete años

He aquí nuestro homenaje a estafadora y estafado, coprotagonistas de una de las historias más surrealistas del año que acabó con la detención de la primera por estafarle al segundo 40.000 euros a lo largo de siete años. Todo empezó en 2007, cuando trabajaron en la misma empresa. Aunque ella fue despedida poco después, mantuvieron la amistad y ella comenzó a pedirle dinero para evitar un desahucio. Hasta 2.400 euros le sacó a razón de 300 euros al mes, aunque durante ese tiempo también le pedía otras cantidades para poder dar de comer a sus hijos. Más adelante, vía whatsapp, la mujer se hizo pasar por su propia cuidadora y le pidió al hombre dinero para un tratamiento oncológico en Estados Unidos ya que le habían detectado un cáncer. Le dijo que se lo pagaría con una herencia que estaba pendiente de recibir, aunque finalmente la cuidadora le comunicó que su amiga había muerto. Entonces le pidió dinero para el funeral que supuestamente iba a celebrarse en Córdoba para que la víctima no acudiera al entierro. La historia se sostuvo hasta el 19 de enero, cuando un sobrino de la víctima vio paseando por la calle a la supuesta fallecida y se lo comunicó a su tío. Cuando el hombre descubrió el engaño, se personó en la Comisaría Provincial de Málaga y denunció la estafa de un total de 40.000 euros.

6. Vendieron más de 35 veces una videoconsola que no existía

Vender una consola que no existe y pensar que no te van a pillar aunque dejes el rastro de tu cuenta corriente es complicado, pero pensar que no te van a cazar repitiendo el modus operandi más de 35 veces es jugar a perder. Así obraron los cuatro detenidos el mes pasado por la Policía Nacional en Málaga por un presunto delito de estafa continuada a través de internet. Según los investigadores, dos de los implicados, los cabecillas de la trama, se dedicaban a anunciar por internet la venta de una videoconsola de última generación que no existía a un precio muy bajo para atraer a más clientes. Cuando estos se interesaban por el producto ingresaban el dinero en la cuenta de los otros dos detenidos y finalmente todos se repartían los beneficios. Una primera denuncia en Palma de Mallorca puso sobre la pista a los investigadores antes de sacar a la luz al menos 35 ventas en las que los compradores nunca recibieron el producto.

7. Un ladrón listillo denunció al hombre al que quería robar en su casa

Por méritos propios entra en top ten el joven de 30 años que se presentó en la Jefatura de la Policía Local de Campanillas para denunciar que un hombre le habían robado el ciclomotor. Su denuncia, sin embargo, supuso su detención tras descubrir los agentes que el supuesto ladrón del vehículo era el propietario de una vivienda en la que el primero quería robar. Según la Policía Local, el joven fue sorprendido dos veces saltando la valla de la casa de la víctima con la intención de llevarse una máquina desbrozadora, una caja de herramientas, una batería de vehículo y un rollo de 200 metros de cable que había amontonado en un punto de la parcela. Al ser sorprendido en su segundo intento por el dueño de la vivienda huyó a pie, pero el hombre se percató de que en la parte trasera de la casa había una moto con las llaves puestas que podía pertenecer al joven y la metió en su casa para garantizar la localización de su propietario. Así fue.

8. Aparca dos coches de la misma marca y modelo con la misma matrícula y en la misma calle

A finales de abril, un hombre de 38 años fue detenido en la zona de Puerta Blanca como presunto autor de un delito de falsificación de documento público por duplicar placas de matrícula. Sin embargo, lo más llamativo del caso es que los dos vehículos que compartían la misma identificación era de la misma marca, del mismo modelo y estaban estacionados en la misma calle, algo que no suele pasar desapercibido para la policía. Tras comprobar la Policía Local la titularidad de los mismos con los datos de la Dirección General de Tráfico y los números de bastidor de los coches, los agentes localizaron al propietario, quien pudo demostrar que la documentación de uno de ellos la tenía en regla.

9. El dueño de un taller vende el vehículo de un cliente sin su permiso

A principios de este año, el dueño de un taller mecánico fue detenido por presuntamente vender sin permiso la furgoneta de un cliente. Según la Policía Nacional, la transacción se hizo por 70 euros después de que el propietario del vehículo lo llevara a reparar. Sin embargo, ante el elevado coste de la avería decidió dejar el vehículo en el taller y acordó con el mecánico que si le conseguía un comprador le daría a cambio una comisión. Cuando el cliente volvió para enseñarle la furgoneta a un posible interesado descubrió que el vehículo no estaba y, tras las contradicciones del mecánico, denunció los hechos ante la policía. Los investigadores también detuvieron al comprador, un gruista, por un presunto delito de apropiación indebida.

10. Dañan un importante yacimiento arqueológico para hacer un camino

Dos vecinos del municipio malagueño de Teba cierran la lista del año por un presunto delito contra el patrimonio histórico, ya que están acusados de dañar el yacimiento arqueológico de Los Castillejos, uno de los recintos fortificados ibéricos mejor conservados del sur peninsular.

Según informó hace pocas semanas la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, los imputados pretendían construir a las bravas un camino de acceso a una de las parcelas colindantes al recinto, lo que provocó que la máquina excavadora que utilizó uno de ellos por el encargo del otro produjera daños en las zonas oriental y occidental del yacimiento.

El movimiento de tierras hizo que aflorara abundante material cerámico pintado de la época íbera, sigillatas romanas y otros materiales de construcción que pudieron formar parte de estructuras de la época.