Menos de un año ha tardado la justicia de Finlandia en pronunciarse sobre la organización desarticulada a principios de 2015 en la Costa del Sol por traficar con una de las mayores partidas de metilendioxipirovalerona (MDPV) y a-Pyrrolidinopentiofenona (alfa-PVP) intervenidas en Europa. Más conocidas en la calle como droga caníbal y flakka, respectivamente, los fármacos se cocinaban en China y llegaban a Europa vía Málaga para luego ser redistribuidos al país nórdico por correo postal o a través de mulas.

El tribunal de Vantaa que procesó a más de cuarenta personas entre el 12 de agosto y el 24 de septiembre condenó el mes pasado a los principales responsables de la banda a penas que suman más de 28 años de prisión por la introducción de estas potentes drogas de diseño en Finlandia previa escala en Málaga, ya que la cúpula había instalado su cuartel general en Fuengirola. Entre todos los procesados destaca Janne H. K., de 44 años, cuya condena asciende a siete años y medio de prisión por traficar con al menos 3,5 kilos de alfa-PVP y 72 gramos de MDPV. Le siguen Jussi S. O., de 46 años y sentenciado a cinco años y ocho meses, Anne L. S., de 36 años y condenada a cinco, y Jarkko J. H. (49) con cuatro años y dos meses. Por su parte, Hannu R. R. (49), Pedro C. M. (34), Mia-Maria R. (41) y Ville A. N. (34) tendrán que cumplir con algo más de dos años, según las fuentes consultadas. Todos tendrán que cubrir una multa que ronda los 250.000 euros.

Durante la primera fase de la operación que adelantó La Opinión de Málaga en febrero La Opinión de Málaga, las policías finesa y española detuvieron en Fuengirola a cinco personas e intervinieron más de un kilo de MDPV, aunque a lo largo de la investigación se localizaron dos kilos más de las dos sustancias. Un sexto detenido en Benalmádena en junio apuntaló unas pesquisas que arrojaron 46 arrestos, la gran mayoría en el país nórdico, que tuvieron como punto de partida la muerte por consumo de esta sustancia de un joven finés cuyo cadáver fue hallado en un hotel de Málaga en julio de 2013.

Una colaboración policial sin precedentes entre ambos países permitió localizar en febrero de 2014 un kilo de MDPV en el aeropuerto de Helsinki en el interior de botellas de vino. A finales de ese mismo año, el conductor de un vehículo fue detenido en el puerto de Turku (sur de Finlandia) por viajar con una cantidad similar de flakka que ocultaba en latas de bebidas.

Los investigadores supieron poco después que los envíos procedían de Fuengirola y que el estupefaciente se fabricaba en China a un precio muy inferior al que alcanzaba en la calle. Tal y como explicó a este periódico un responsable policial finés, la organización pagaba por un kilo de esta droga 2.000 euros que en el mercado negro podía ascender a los 20.000 a razón de 150 y 200 euros el gramo.

Pese a que la investigación ha interceptado tres kilos de estas drogas, los agentes creen que la organización pudo distribuir al menos 10 kilos que podrían haber generado ganancias de entre 1,5 y 2 millones de euros.