­La ciencia y el arte se fusionan desde ayer en el Museo Carmen Thyssen de Málaga con el objetivo de ayudar a diez personas diagnosticadas de trastorno mental grave para que vivan de forma independiente. En colaboración con el Hospital Regional de Málaga, esta actividad, primera que se lleva a cabo dentro del proyecto Correspondencias, se realiza en doce sesiones y utiliza obras de arte como herramienta terapéutica dentro del proceso de rehabilitación de estos pacientes.

Con esta iniciativa se pretende que aspectos como el yo, el grupo, el cuerpo o el entorno se trabajen a través de las obras de arte y así estimular la integración, la confianza o la socialización. Cada sesión que los enfermos lleven a cabo tendrá una duración de dos horas y se inicia con la puesta en común y análisis de tareas en el espacio educativo del museo.