Los trabajadores de Limasa han empezado a dar los primeros pasos para convocar una huelga de basuras en Málaga. La negativa judicial a aplicar una sentencia, favorable a los trabajadores, ha reabierto las heridas. De fondo hay dos criterios para interpretar la sentencia, que obligaría a recuperar derechos laborales que fueron eliminados en el acuerdo de 2013, el único que considera vigente el Consistorio.

La complejidad del conflicto de Limasa está ya afectando al ámbito judicial. Un nuevo paro indefinido se dibuja ya en el horizonte tras desconvocar el previsto el pasado 14 de diciembre al ganar un juicio al Ayuntamiento. Cómo aplicar la sentencia, sin embargo, está tensando las relaciones entre trabajadores y Ayuntamiento.

La sentencia da la razón a los trabajadores y exige que el 1 de enero se aplique el convenio colectivo de 2010-2012, que considera el único vigente hasta que se negocie uno nuevo. El concejal de Sostenibilidad, Raúl Jiménez, en cambio insiste en que el Ayuntamiento interpreta que hay que aplicar los recortes de 2013. Ante el choque de opiniones, la parte municipal pidió una aclaración de la sentencia que fue desestimada y ayer dio un paso más, casi desafiante. El edil pidió a los trabajadores que soliciten al magistrado la ejecución de la sentencia, para así determinar que interpretación es la real, aunque el concejal obvia que el propio dictamen es ya ejecutivo, aunque cabe recurso de suplicación.

El Ayuntamiento se agarra a un clavo ardiendo y es que al establecer el juez que el convenio está prorrogado, creen que da a entender que tiene en cuenta las modificaciones posteriores (de 2013), lo que evitaría la recuperación de todos los recortes de los últimos años. Para los sindicatos, sin embargo, esa frase significa que el 1 de enero tienen que recuperar todos esos derechos y que el punto de partida para negociar un nuevo marco laboral ha de ser el convenio original firmado en 2010 y vigente hasta 2012.

La tensión entre los trabajadores y la empresa se puso de manifiesto ayer, cuando el comité de empresa conoció el cuadrante de descansos para 2016 y no se contemplaba el descanso de la plantilla fija los sábados, que sí incluía el convenio de 2012. El presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, aseguró que la empresa acudió a la reunión «con un talante dictatorial, poniendo sobre la mesa para 2016 el mismo cuadrante que en 2015, por lo que el 1 de enero no se aplicará la sentencia». «La tozudez del Ayuntamiento de no cumplirla nos está abocando a un nuevo conflicto», lamentó.

Belmonte anunció que pondrán este «incumplimiento» en conocimiento del Juzgado de lo Social número 8. Además, ya han solicitado por escrito a la empresa la comisión paritaria, previa a la convocatoria de huelga, para cuya celebración tienen un plazo de una semana.