La Policía Nacional ha detenido en Málaga a un joven de 18 años de edad por su presunta implicación en la comisión de once hurtos de teléfonos móviles al descuido en diferentes establecimientos comerciales de la ciudad, en el marco de una operación policial denominada 'Ingeniero' en la que se ha arrestado y puesto a disposición judicial a siete personas más.

Según ha informado este jueves la Policía en una nota, el referido joven de 18 años habría pretendido saldar una deuda contraída con dos conocidos, que también han sido detenidos por supuestas amenazas graves al primero, mientras que las otras cinco personas detenidas lo han sido como presuntos responsables de receptación, ya que los investigadores han comprobado que estos últimos "obtenían los teléfonos sustraídos por un precio muy por debajo de su valor en el mercado".

Los investigadores tuvieron conocimiento de diferentes denuncias por hurtos de teléfonos móviles en sucursales bancarias, tiendas de telefonía, floristerías e incluso comercios de electrodomésticos, y en todos los casos los empleados de los establecimientos denunciaban "la sustracción al descuido de sus terminales por parte de una persona que reunía unas mismas características físicas y que cometía los hurtos tras solicitar información relativa a productos o servicios comerciales", según detalla la Policía.

Las pesquisas policiales condujeron hasta el principal investigado, un joven de 18 años, localizado y detenido en Málaga tras un dispositivo establecido al efecto por la Policía Nacional, que ha esclarecido once denuncias interpuestas en diferentes comisarías de distrito de la ciudad.

Según agrega la Policía, el supuesto autor de los hurtos habría perseguido la consecución inmediata de dinero para afrontar una deuda con dos conocidos --padre e hijo, de 37 y 17 años, respectivamente--, quienes, presuntamente, habrían amenazado de muerte al principal investigado, al que "habrían coaccionado para la obtención de liquidez".

En el marco de esta actuación, y en un establecimiento dedicado a la venta de telefonía móvil, los investigadores han recuperado cuatro teléfonos móviles y tres tarjetas de memoria supuestamente vendidos por el autor de los hechos --efectos que han sido "reconocidos por sus legítimos propietarios"--, y los agentes, además, han intervenido durante el caso 480 euros en efectivo y documentación.